En
septiembre de 2012 fui destinado como profesor de Enseñanza Secundaria al IES
“Salvador Serrano” en Alcaudete. Una vez allí conocí su mercado de abastos, su
plaza mayor, su iglesia principal, recorrí algunas de sus callejas de ciudad medieval
y me dije que tenía que conocer a don Carlos Mata por su trayectoria
empresarial y por su aportación a la gastronomía nacional que ha pasado
nuestras fronteras.
Cuando entré en su despacho, le
dije: “don Carlos yo le creía ausente, pensando que estaría usted en un hotel en Suiza, con
campo de golf y spa”. Constestándome: “no hijo, yo estoy siempre en mi despacho
trabajando que es lo único que sé hacer”.
A raíz de esa visita he mantenido un contacto periódicamente con este
hombre que ha sido toda amabilidad, cordialidad y gratitud; todo lo pedido para
mis alumnos como patrocinio o lote de sus productos para regalo como algo
identificativo de Alcaudete, me era concedido. Siento su muerte porque me ha
privado de conocerlo más y mejor a este hombre universal de un bello pueblo de
Jaén. En esa ocasión me enseñó felicitaciones navideñas de los Reyes de España,
Juan Carlos y Sofía; no la felicitación institucionalizada de la Casa Real una
felicitación de escrita de puño y letra por los monarcas; también me enseñó
otra de Julio Iglesias y de su mujer Miranda elogiando el tomate frito que
tanto gusta a Julio (hijo). En otra ocasión hablamos de políticos y de
política, quedando sorprendido por los
políticos que no dan la talla y decepcionan, patente en los casos de corrupción
que ha salpicado a todos. En noviembre de 2014 le hice unas fotos, quería
tenerlo inmortalizado y en los primeros días de mayo volví a visitarlo para
hablarle de la posible publicación de un trabajo sobre toponimia que estoy
realizando con los alumnos. Ya no lo vi más. En Alcaudete entre el Calvario, la
sierra Orbes y picos de Ahillo hay silencio por su ausencia. Incluso el agua de
la fuente Amuña brota de la roca más callada. Ha sido en Granada desde donde se
ha ausentado; la ciudad de la Alhambra bella para vivir ha siso entrañable para
morir y encontrar su sueño.
Don Carlos Mata ha aportado a la
gastronomia navideña sus “hojaldrinas” que desde el final de la década de los
40 llegan a todos los hogares de España en donde nombre y producto ha sido una
creación suya. Y lo mismo ocurre con sus habitas “Mata” en donde las he visto
figurar como plato en una multitud de cartas de restaurantes y casas de comida
de la geografía culinaria hispana. Todo debido a una labor bien hecha.
En nuestras conversaciones hablamos de
su abuelo Leandro y de su padre Carlos, siendo él la tercera generación que
regenta la firma. Su despacho está lleno de libros, fotos, cuadros, la
heráldica de su apellido, una frase de Confucio, un busto en bronce de su abuelo, distinciones
y recuerdos. Alcaudete le concedió la medalla de oro de la Villa en el 2007 por
su compromiso con su pueblo y sus gentes. He sentido su pérdida y trasmito mi
pesar a su familia, y más directamente a
su hija Consuelo y a su nieta María a las que he conocido.
Estuve trabajando como consultory tuve despacho diario con el. Una vez a la semana comiamos juntos. Quede muy impresionado por su caracter y personalidad.
ResponderEliminarEntonces estaba trabajando y aprendiendo su hijo, que por cierto ahora no se le menciona y su hija vivia en Granada, solo la vi una vez y ahora es, al parecer, quien dirige la Empresa.
Recuerdo que siempre tenia un jarroncito con flores en la mesa de su despacho, como remembranza del otro hijo muerto en accidente de trafico.
Estando alli se declaro la primera guerra del Golfo (1991), asi que ya han transcurrido años para todos, pero he sentido su muerte y escrito
Estas lineas. Descanse en paz.