“El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara
y ara y no siembra”. Esto lo dijo Platón hace mucho tiempo, un pensador
griego del siglo IV a. C., Vosotros Los
Peregrinos aprendéis continuamente a peregrinar, lo practicáis y lo enseñáis,
por lo tanto estáis sembrando continuamente por una besana que es el Camino
Viejo que de Andújar por campiña, sierra y valle nos lleva al Santuario de la
Virgen de la Cabeza.
Queridos todos:
Año de 1986 nace la Peña Los Peregrinos estatutariamente. En ese año de
Romería y Cofradía, fueron hermanos mayores Santiago Peralta y Francisca González. El
cartel, un bello cartel, es obra de la sensibilidad creativa de Francisco Hoyos
que con manchas de color y fino dibujo capta muy bien la esencia de la Romería:
Es una llamarada de color. Muy original con unos elegantes
trazos que configuran un sorprendente dibujo. El tema está protagonizado por
una carreta de antaño, tirada por equinos, carreta que enmarca una pareja de
romeros que bailan por sevillanas. En el marco de la carreta, parte superior,
se fija la Virgen de la Cabeza, cuyo santuario se dibuja en el paisaje
monocolor, en el lado derecho. En el primer plano un jinete de espaldas a
caballo, cuyo rabo del animal da un inesperado movimiento al conjunto de la
obra.
Color, baile, imagen, camino, carreta, jinete,
santuario.
En
ese año se puso, cerca de la carretera,
al inicio de una vaguada bien visible,
cuando se da vista al Cabezo, junto a los paredones graníticos de los
castellones de San Miguel. Fue un 12 de abril, el monumento “Al Peregrino” en
donde una persona mayor señala al santuario teniendo junto a él a un niño; costeado por los hermanos mayores y en donde
se lee unos versos del querido y recordado Joaquín Colodrero:
Ven hijo del alma
Tu ves
aquel cerro
La Virgen lo quiso
para su
morada
no apartes nunca
de allí tu
mirada
También en dicho mes de abril en el Teatro Avenida la obra de Joaquín
“En Andújar y en Abril” se ponía en estreno.
Se
iniciaba la segunda época de la publicación “Mirando al Santuario”. Se
organizaba la Peregrinación Blanca
El
Ateneo de Andújar edita el pregón de José Carlos de Torres Martínez que había
dado en 1983. Se publica con el título “Las Raíces populares en el culto a una
Virgen Serrana y Romera”. Lleva prólogo de José Domínguez Cubero y la
presentación de Juan Vicente Córcoles de la Vega.
Del 10
al 12 de octubre tiene lugar en el Santuario la III Asamblea de Estudios
Marianos.
Todo
eso ocurría en aquel año de 1986.
Ah, el
pregonero fue el poeta gaditano, de Arcos, Antonio Hernández, premio Nacional
de Poesía 2014 y Medalla de Andalucía 2015. Tuvo un magnífico asesor que al
oido y en bares como el “Madrid-Sevilla”, “El Brillante” o “Los Mesones”, tomo
buena nota de cómo era la Romería, el culto y fervor a la Morenita y la ciudad
de Andújar. Y su sierra.
Así fue
el año de 1986.
Aunque
figuráis de forma estatutaria el año de 1986, algunos años antes con ratos de
charla amigables y a veces algo acalorados, en el taller de herrero de Manuel Álvarez
venían juntándose Paco, Miguel, Antonio, Rafael, Salvador y veían la necesidad
de fundar, de crear una Peña para ayudar a romeros, a devotos de la Virgen de
la Cabeza a realizar el camino, peregrinar por el camino viejo de la sierra que
une a la ciudad de Andújar con el santuario. Un camino milenario que siempre
está de actualidad por su peregrinar constante.
Peregrináis
todo el año, con peregrinaciones
puntuales como la de antes de la Romería con Sevilla, en agosto con Colomera y
siempre que un peregrino os extienda la mano, ahí o aquí estarán siempre
Manuel, José Antonio, Joaquín, Antonio, Rafael, José Manuel, Antonio,
Francisco, Salvador, Modesto, Cabe, Julián, Agustín, Ángel, Manuela, Antonio,
Juan Manuel, Isabel, Antonio, Francisco, Juan Carlos y Alfonso con sus
respectivas parejas con el aplauso de sus familias. Y Julia. Un encanto de
mujer.
Vuestra forma de ser, de ver el camino y de vivir la Romería y de querer
a la Virgen de la Cabeza ha sido imitadas por otras peñas, por otros
colectivos, pero esto no lo digáis vosotros,
os lo digo yo…. El camino está marcado y es más camino gracias a vosotros sobre
todo desde el 14 de febrero de 1995 en el que inauguráis el Monumento “Al
Peregrino” allí en donde la sierra se curva para sentir al Jándula, y para
otear las faldas del Cabezo con el Santuario en su cima, y dentro la Virgen de
la Cabeza. Las aguas del arroyo del Gallo se hacen sentir, se arrullan en las
rocas, entre el verdor de las manchas de jaras, cantuesos, lentiscos, coscojas,
… Manuel López, el escultor, fue el artífice de ese peregrino que se queda
atónito, sin habla antes de gritar ¡Viva la Virgen de la Cabeza¡. Es vuestra
presencia ya eterna en el camino que miles de peregrinos ven a su paso y se
deleitan con la figura y su entorno. Seguir
así.
Aquel
año de 1995, el cartel de Romería fue de Antonio G. Orea. Un cartel. Los
hermanos mayores fueron Francisco Expósito Cardeñas y Purificación Rodríguez. Aquel año se recogieron donativos para la
ermita de San Ginés, obra de todos y de muchos; José Luis Ojeda restaura la
imagen de la Virgen que guarda la
capilla en Andújar, que guarda un secreto; se ilumina el arco que da
acceso a la calzada principal y que evoca al desaparecido; la casa de la
cofradía matriz tienen unas mejoras; a la Virgen se le hace un manto rosa de
terciopelo bordado en oro. La rosa es el símbolo de la finalidad y de la
perfección y el oro es el color de la divinidad. El nuncio de su santidad
visita el santuario, era Mario Tagliaferri. El pregón de aquel año fue del
Padre Satur, que hace poco peregrinó para ya quedarse en el recuerdo de todos.
Hoy
aquí estoy hablando de vosotros, del
momento, de la fiesta del fervor y sentir mariano en el XXIX aniversario de
esta puntual efeméride. Se podían decir muchas cosas de vosotros, de vuestras
convivencias, de la unión que tenéis con la peña “Lucero del Alba” de Linares;
de Cañero y su canto a base de pan de pueblo, grande, con miga regada con
aceite puro de oliva sacado de nuestras almazaras. Algunos de vosotros habéis
estado unidos a la génesis de la Romería Escolar, que consolidada cada año va a
más. Podía seguir diciendo alguna cosa y conversar con todos vosotros, seguro
que nos reimos, seguro que recordamos cosas, y seguro que las lágrimas broten
de nuestros ojos al recordar a los que ya no están con nosotros, como José
María o
La Virgen
no estuvo bien con la muerte a la que se
enfretaron estos hombres. A la Virgen
hay que rezarle, decirle lo bueno y lo
malo, incluso reñirle. Yo lo hago debido a mi espíritu y solera cultural
clásica en donde aprendí que griegos y romanos reñían y discutían con sus
dioses cuando una cosa no le era favorable en la tierra. Humanizemos la
Religión.
Hay una anécdota en mi mente, no recuerdo el año, 1988, 1989, pero si el
día y la hora, 1 de enero sobre las 8 de la mañana con las primeras luces del
alba; mañana fría voy a casa tras la Fiesta de Fin de año nuevo; algo ya
desaliñado, trajeado, corbata aflojada, café en el Turis; al salir para
dirigirme a mi casa en la Corredera de Capuchinos, me encuentro a Antonio y a Manolo, los saludo, nos damos
los buenos días, nos felicitamos el año; iban abrigados pero ligeros, … iban al
Santuario de la Virgen de la Cabeza. Realizaban la primera peregrinación de
aquel año. Tenéis tantas cosas que decir, tantas cosas que contar ya de tantos
años.
Y el próximo sábado 16, después de honrar y
festejar a San Eufrasio como Santo Varón Apostólico, patrón de Andújar, así
como a San Isidro en las pedanías como marcos urbanos en zonas rurales de tierras de trabajo y calma, y
bellísimos patios, peregrinaréis a la ermita,
al santuario, a la basílica, algo que sabéis
hacer muy bien y que es el motivo de vuestra existencia. Los santos del
día son San Andrés de Bobola, martir jesuita polaco de la segunda mitad del
XVII, y san Ubaldo, sacerdote agustino
italiano del siglo XII. Estos santos os protegeran.
A las cero horas del nuevo día, esa hora, ese tiempo que marca un día y
otro y otro, cuando las horas se despiden dándose la mano y acariciándose con
las yemas de los dedos como si fueran los segundos del viejo tiempo y del nuevo
tiempo, comenzaréis vuestro nuevo peregrinar, dentro de la zona conventual,
entre las Mínimas de San Francisco de Paula y las Capuchinas de San Francisco
de Asís; estas desde 1685 y aquellas desde 1495. Todo ese entorno tiene algo de espacio sagrado,
mágico pueden llamar algunos, y el
Cuadro de la Virgen se ubicó en ese lugar cuando la Andújar serrana y mariana
terminaba ahí, al final de la Calancha para comenzar el Camino Viejo que con el
tiempo daría la carrera de la Virgen hasta la Pontanilla. Es un gran estandarte
presto a servir a la ciudadanía. Pues bien este Cuadro de la Virgen, punto
urbano de devoción mariana es una cosntrucción que data de 1610, realizada por
el cantero Rafael Pérez Ortega y cuya inscripción dice así:
A la Gloria de Dios siendo su
Madre
Nuestra Señora de la Cabeza.
Hizo
esta obra de cantería
Rafael
Pérez de Ortega maestro
De
cantería.
Que la
hizo a su devoción
Año de 1610.
(que luego se reformó, se rehabilitó en 1854 tras
fijar el Dogma de Fe sobre la Inmaculada el papa Pio IX en la bula “Innefabilis
Deus”)
Esta obra es propia del momento
contrarreformista que vive el orbe católico. Lutero le había quitado todo el
papel relevante a la Virgen María como Madre de Dios, Madre de Cristo y Madre
de la Cristiandad, y Trento le lleva toda la contraria, la Virgen María como
Madre de Cristo, de Dios y de la Cristiandad, del Mundo y del Cosmos, alcanza la misma altura teológica y devocioanl
que el Padre Eterno y que Jesucristo. No querías caldo, … dos tazas. Nuestra
Romería llega a su máximo esplendor, Cervantes la narra en su Persiles, Lope de
Vega le dedica todo una obra a la Romería en la “Tragedia del rey Don Sebastián
y Bautismo del príncipe de Marruecos”. Nadie ha escrito tan bien de nuestra
Romería, escritores de talla universal. Y este mismo, que hace al Cuadro de la
Virgen, hará la espadaña del santuario en 1612, una espadaña de dos cuerpos con
los vanos que cobijarán las campanas, rematado el conjunto por un frontón
triangular. Campanas cuyo sonido vuelan por todos los riscos de la sierra. Años
antes, Vandelvira había diseñado el nuevo espacio sacral, una gran nave
cubierta por una bóveda de cañón sin soportes para acondicionar mejor el oficio
religioso en unos años en el que el santuario tienen que alojar a miles de
pergrinos llegados de toda la geografía hispana.
Saldréis
del Cuadro de la Virgen y tras tomar la Carrera de la Virgen cruzaréis el
Mestanza por la Pontanilla. A la derecha en dirección que marca el camino, el
cementerio municipal, pasos por la tanto llevados con cierta emotividad por el
recuerdo de nuestros seres queridos. Veremos el lugar en donde estuvo la ermita
de San Mancio para pronto cruzar la cañada de los Coellos y el canal del
Rumblar entubado; iniciamos el ascenso en los Cerrillos, lomas suaves de pasto
para el ganado, de suelo pizarroso, salpicado de arroyos que bajan de la sierra
adornados con adelfas; pronto una densa vegetación de matorral mediterráneo,
siempre verde, siempre áspero, Collado de los Lobos, Valdelipe son nombres
unidos al camino que van dejando la ciudad de Andújar atrás, lejos ya con el
Guadalquivir serpenteante, hasta llegar a San Gines de la Jara, otro alto en el
camino; aquí la sierra se hace más ancha, hay más cielo, más horizonte para
iniciar la bajada hacia el Jándula; veo en los perfiles de la sierra hacia el
Oeste siluetas de mujeres que como sirenas serranas animan a caminar dando la
mano al peregrino; arroyos con sus cortes de flores nos encontramos a nuestro
paso; paso que damos con el monumento a las Carretas erigido para perpetuar
esta forma de hacer la romería, otro paso más, un salto más y vemos a nuestro
“Valentín” peregrino inerte pero vivo, quieto pero itinerante; siempre en su caminar;
collados, cerros, llanos como el de la Víbora que nos marcan la presencia de la
cuesta del Madroño con los chopos marcando el recorrido del Jándula, allí
abajo; camino de encinas de dehesa, de pedregales, puente viejo de piedra para marcar el camino;
puente de los primeros años del XVII levantado por el cabildo a petición de la
cofradía matriz. Desde hace mucho tiempo el santuario es el faro que guía: “todo parece más liviano cuando el olor de la Rosa está más cerca” que
dejó escrito un poeta. Solanas del Jándula de gentío en los sábados romeros en
donde el arroyo del Membrillejo nos enmarcará y señala de nuevo el camino.
Este
camino quedó magníficamente descrito por el poeta Antonio Murciano:
De Andújar a
la ermita
Por los
cerrillos,
San Ginés, el
madroño
Caracolillos
Puente del
Rio:
En las aguas
del Jándula
Se ve un gentío.
El
Jándula en abril y en Romería es una sinfonía de color en verde; verde de los álamos,
verde de los sauces, verde de los alisos, verde de los fresnos, de los juncos,
verde del agua, verde de los volantes del traje de flamenca en jamuga, verde de
picaresca, verde de esperanza … del
peregrino.
El
Coscojar a nuestra derecha, Los Pedernales a nuestra izquierda y en el centro
las Lastras, los primeros y grandes escalones pétreos que nos llevará a las
alturas. Este es el camino de Los Peregrinos, pronto los Caracolillos a los que
alude el poeta y algo más delante el Reventón, el nombre de una cuesta que lo
dice todo. Camino calzado que rodea riscos de granito con pinares muy bien
ordenados. Monumento a la Cruz antes de llegar a la senda que nos lleva a la
casa de Marmolejo. Ya en el cerro. Casas del Carpio, Linares, Lopera, Torredonjimeno,
Alcaudete, Alcalá la Real, Rute, Villanueva de la Reina. Ya estamos en la
plaza. La panadería siempre me recuerda al olor a pan nuevo. Las calzadas con
su Rosario Monumental. Subimos, el paisaje se engrandece. Hay que detenerse
para mirar hacia atrás y recobrar algo de aliento. A medida que subimos la
sierra se convierte en un mundo en donde adivinamos la redondez celestial. Llegamos
al final. Un suspiro. Allí donde se juntan la calzada con la carretera hay un
lugar para recobrar el Humilladero. Una cruz en un templete de cuatro columnas
que aparece en todas las obras pictóricas. Es un hito muy contrarreformista en
donde los devotos, romeros, marianos se humillaban ante la cruz por sus
pecados. Os doy el testigo para que protagonizéis esta idea. El P. Domingo que
a impulsos de corazón y de sentido está mejorando todo el recinto basilical, ya
lo sabe.
Un
esfuerzo más, cruzamos la verja de Manuel López con un bonito repertorio
iconográfico; verja costeada por Antonio y
María José salida de la forja
de Bejarano de Arjonilla. Esta verja marca simbólicamente dos espacios terrenos,
de la verja hacia atrás, la Cofradía manda; de la verja hacia acá, son los
Trinitarios, la Iglesia…. La que manda.
Antes
de llegar a la lonja, a la derecha el único bronce de Vasallo Parodi, el
escultor gaditano que realizó los misterios del Rosario en el 1927. Ya en la
lonja, el monumento a Cervantes. Miguel de Cervantes en su “Persiles y
Segismunda” nos deja una breve pero certera descripción de la Romería con su
prosa en nuestro idioma universal. Hay que buscarle sitio y lugar para poner a
Lope de Vega, proyecto que por cierto me habló José María y del que vi un
acertado boceto.
El
domingo 17 de mayo la Solemne Eucaristía, palabra que viene del griego
“eucharistia” que significa acción de gracias, sacramento y acto central del
culto y rito católico del que nos habla San Pablo –en una carta a los Corintios-
, Mateo, Marcos y Lucas en sus Evangelios. Y mirad por donde es la festividad
de San Pascual Bailón, franciascano que
se santifica como contemplativo de la Eucaristía, pasando dias y noches
adorando al Santísimo en sí, cuerpo
sacramentado. Tanto es así que es patrón de los Congresos Eucarísticos, de la
Confraternidad del Santísimo Sacramento y de la Adoración Nocturna.
El marco,
la ermita, el santuario, la basílica, destruida pero recuperada en donde el
sentido del prelado Diego de Tavera (1555-1560) y el espiritu arquitectónico de
Andrés de Vandelvira están presentes. Todo es nuevo pero viejo sobre el mismo
lugar en la cúspide del Cabezo, cerro del Cabezo que dio nombre a nuestra
Virgen, la de la Cabeza. Observar la reja, obra magna que dignifica todo el
espacio, colocada en ese lugar en 1575 del rejero Alonso de Morales. Y mandada
hacer por la Cofradía. Fijaros en los detalles de esta gran obra tratada
arquitectónicamente con bellos balaustres y relieves de amorcillos y rodelas;
el tema decorativo e iconográfico central es la Virgen de la Cabeza, fijada por
un gran tondo enmarcado por ángeles, pero en una visión muy italianizante, como
una madonna con su Niño con el pastor arrodillado. Como remate final un
Calvario con Cristo en la cruz entre la Virgen María y San Juan Evangelista; a
los lados entre una quimeras el sol y la luna; el día y la noche, todo un canto
a la creación. Toda una exaltación mariana.
El
presbiterio ha sido adaptado, ennoblecido y más bello por el protocolo de ser
basílica. De nuevo el papel del escultor Manolo López ha sido su valedor. Y
tras el presbiterio el camarín con la Virgen de la Cabeza que no vamos a
descibirla como imagen; sí debemos saber que su iconografía se debe al mundo
bizantino: una imagen sentada con el Niño en su brazo izquierdo y sobre su mano
derecha, un fruto, un madroño que se identifica plenamente con lo natural de
nuestra sierra. Nosotros la vemos vestida con mantos, rostrillos, coronados y
con un gran resplandor de rayos y estrellas, las señas del Barroco.
Virgen, santuario-basílica, una laureada de laurel o de olivo … o de
acebuche con la fecha de 1986 lo enmarca todo, y una concha peregrina en su
base. La concha está unida a la fertilidad. Para muchos está identificada con
la luna y la mujer. La luna que muchas noches véis en el camino y la mujer
protagonista de la peña, de nuestra sociedad, de nuestro mundo.
Os
animo a que siguáis unidos, a que cumpláis más años celebrando estos actos
lúdico-culturales en honor a vuestra peña. A que siguáis, caminando, rezando,
cantando o llorando es la identificación de Los Peregrinos.
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