Se potenció su construcción dentro de los planes de
Obras Pública en la dictadura de Primo de Rivera, si bien ya estaba planificada
por Fomento en 1911 con la doble finalidad de obtener energía eléctrica y de
regular el cauce del Guadalquivir. Edificada entre los años 1926-1931, Alfonso XIII no pudo inaugurar por la venida
de la II República.
La obra se terminó el 30 de junio de 1931. No le afectó la crisis del 29 por
estar la obra casi terminada.
Ubicada el valle del Jándula, en el lugar conocido como la Cerrada de la Lancha, (un lanchar es una
cantera en donde se obtienen lanchas o losas de granito) entre los cerros de
los Venados (margen derecha) y de las Cabañuelas (margen izquierda) sobre un
perfil en V, típico de la erosión fluvial, sobre un suelo de materiales
palozoicos –granito-, está considerada como una obra maestra de arquitectura y de ingeniería. Es obra de Casto Fernández Shaw,
“una obra emblemática encuadrada plenamente en el sentir expresionista” según
Cristina García y Félix Cabrero (“Arquitectura” revista del Colegio Oficial de
Arquitectos de Madrid), obra considerada por su autor como lo mejor de su
producción.
Presa de gravedad, de casi 90 metros de altura, al aprovechar el roquedo
granítico, está hecha de hormigón y forrada con sillares de granito labrados a
la forma romana por canteros gallegos, con el objetivo de minimizar su impacto
negativo en el medio ambiente en donde fue concebida. En la obra podemos ver dos
concepciones arquitectónicas, una racional en la parte superior, bajo una
impronta historicista al poner en el centro una especie de torre del homenaje
con vanos de medio punto, pasando bajo el adarve que nos recorre todo el
coronamiento de la presa, coronamiento marcado por un robusto pretil que deja
ver debajo, en sus dos caras, una serie de ménsulas muy geométricas a modo de
matacanes de las fortalezas medievales. La otra concepción, en la parte
inferior, es mucho más modernista, concretamente expresionista, al acabar la
presa con un cuerpo que se adelanta, para cobijar la central eléctrica, en un
cuerpo articulado en siete, marcando el central –el más adelantado- la línea de
fachada, replegándose los laterales con menor altura, dejando ver una bella
simetría dibujando todo el conjunto unas atractivas líneas ondulantes. Óculos
(ventanas redondas) y vanos de medio punto acrecientan el sentido por la línea
curva. “Sin renunciar a la belleza de las nuevas formas arquitectónicas, en el
dramatismo del emplazamiento, las curvas cobran mayor intensidad y suavizan la
geometría del entorno” (Autores antes citados).
El
aliviadero está concebido fuera de la presa, en la margen derecha sobre una
mole granítica que queda al desnudo, con un atractivo puente que hace continuar
el adarve por un túnel que nos conduce a otra bella visión del paraje.
José
Moreno Torres fue el ingeniero que dirigió las obras, responsable años después
del organismo de Regiones Devastadas del General Franco,
La
construcción de la presa creo un poblado para albergar unas 3.000 personas, de
las que mil eran trabajadores. Un poblado que tenía alcantarillado, agua
potable, luz, teléfono, hospital, iglesia (una coqueta construcción
neo-románica), teatro, cuartel y frontón.
La
capacidad del embalse es de 322 hm cúbicos, creando una superficie de agua de 1.350 ha; una superficie
que se adapta a las características del relieve apalachense con rincones
bellísimos hasta el límite con Ciudad Real. El pasado 5 de abril el embalse
estaba con 293 hm cúbicos, el 90,99 % de su capacidad.
La Consejería de Cultura
de la Junta de
Andalucía incluyó esta obra en el Catálogo General del Patrimonio Histórico
Andaluz.
Para saber más, CHG Cuadernos de Historia del
Guadalquivir. Hay un informe detallado de la revista del Ministerio de Obras
Públicas con fotos de su construcción. Poniendo en el buscador “Presa del
Jándula” sale mucha información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario