Pedro de Escavias. No se sabe su fecha de
nacimiento. Probablemente entre 1415 y 1420, con mucha posibilidad en el 1417
sergún Avalle Arce y antes de 1410 según Enrique Toral.
Tampoco sabemos la fecha de su fallecimiento.
En 1486 vivía, sabido por un magnífico documento que conservamos en relación
con la entrada de los RR CC a Andújar. Muy posiblemente vió la década final de
los 90 e incluso la caida del reino nazarí de Granada y el descubrimiento de
América..
Tomemos pues las fechas de 1410 y 1490 como marco de la vida de
Escavias. Prácticamente todo el siglo XV, interesantísimo siglo XV por darse la
mano lo medieval y lo moderno en todos los órdenes de la vida, una vida que
cambia en lo urbano, filosófico,
político, militar, artístico, costumbres.
¿Cómo era la Andújar que conoció Escavias?
Conquistada por Fernando III en 1225, al ser la ciudad que le ponía los
pies en el Guadalquivir, y por lo tanto núcleo estratégico de cara a las
futuras conquistas hacia el Oeste y Sur y punto crucial para la consolidación
de toda la cabecera del Guadalquivir, los musulmanes –almohades- tuvieron que
marcharse. Unos hacia Sevilla, la capital almohade, otros hacia tierras
granadinas que muy pronto gestaria el reino Nazarí por Alhamar de Arjona. La
ciudad, Andújar, quedó desierta, militarizada; las mezquitas vacías y mudas sin
el muecín llamando a la oración, así como las aljamas, madrasas y zocos. Se
mantenía sus fortificaciones las primeras de época califal ampliadas y
reforzadas por los almohades.
Restos
muralla almohades en el altozano de la Marquesa
Vinieron repobladores de otras regiones. Salvador de
Moxó nos dice que conqusitadores y colonizadores castellano-leoneses
constituiran la base de la nueva
poblaciób cristiana en el valle del Guadalquivir, basándose en los datos del
Libro del Repartimiento de Sevilla. A Andújar llegaron también, navarros,
incluso gazcones, aragoneses, conquenses –como la familia de Escavias-,
repobladores que ocuparon las casas y trabajaron en los campos.
Desgraciadamente del archivo medieval desapareción el libro del Repartimiento
de Andújar que ya hechara en falta Salvador de Moxó[1].
Sí se conocen otros como los de Écija o Sevilla. Este mismo autor nos dice que
Fernado III llevó a cabo la repoblación de Andújar bajo la fórmula del concejo
castellano con su alfoz. Fernando III fija sus términos en 1241 en un
escueto documento que guarda el Archivo Municipal: “doy y otorgo a vos, el Conceio de Andújar, todos vuestros términos assi
como los avia Andújar en tiempo de moros. E mando e defiendo firmemente que
ningún / no sea osado de ir contra mi mandamiento ni de quebrantar esta mi
carta ni de men / guarla…” [2].
Gracias al plano de Jimena Jurado [3]
que se guarda en la Biblioteca Nacional, Manuscrito 1.180 bajo el título
“Antigüedades de Jaén” conocemos las características de las murallas de
Andújar, en donde junto a un detallado dibujo Martín Jimena deja escrito: Planta de la cerca de / murallas de la
ciudad / de Anduxar. Tiene 1060 pasos de a cinco tercias de / confin. En la
frente orien / tal 150 pasos. En la septentri / onal 240. En la occidental /
290. En la meridional 430. / Esta junto al mismo río en / la ribera
septentrional. / Tiene en las cuatro esquinas / 4 torres ochavadas / muy
grandes. / La puente tiene / una torre en / medio, y tiene / 16 ojos.
Además de las
cuatro torres ochavadas contaba con cuarenta torreones, una torre albarrana,
siete puertas. Y un castillo. Durante
todo el siglo XV hay preocupación por mantener vivas las murallas, y así en el
documento de 3 de diciembre de 1445 en el que el príncipe Enrique recibe la
villa de Andújar en señorío reconociendo todos sus privlegios, estableciendo
que las rentas de las escribanías públicas, la almotacenía, la correduría, terrazgos
y dehesa de Sardina eran para pagar el arreglo de las murallas de la villa[4].
De todo esto –que conoció Escavias- muy poco queda: los torreones de Tavira, Fuente Sorda,
del Alcázar, de la calle del
Hoyo; lienzos de la zona de la Silera
junto al altozano de la Marquesa; entre las calles Ollerías y Juan Robledo;
tampoco conservamos alguna puerta aunque si ha quedado la huella urbana en un
lugar en donde las hubo como es el caso del altozano de la Virgen. Estos restos
murados deben significar una admiración a esa Andújar medieval que no nos ha
llegado hoy y que gracias al dibujo de Pier María Baldi, en el viaje de Cosme
III de Médici, tenemos esa bella panorámica de una ciudad medieval en una época
más tardía, concretamente del 15 de
diciembre de 1668.
La
Andújar del siglo XV estaba en obras
sobre las murallas, adecentándolas y evitando su deterioro pues el reino
Nazarí de Granada todavía estaba latente, aunque ya se abrieron algunos
portillos o postigos. Los cinco templos parroquiales, existentes ya en la
primera mitad de la centuria anterior[5],
seguían en obras y así nos lo acreditan los obispos presentes en las distintas
portadas y lugares de los citados templos. En Santa Maria, en el lado Este, en
la inscrpción el de Alfonso Vázquez de Acuña (1457-1474); en San Bartolomé el
de Íñigo Manrique (1476-1482) y en San Miguel el de Luís Osorio de Rojas
(1483-1496). Concretamente la inscripción de Santa María que leyó Pedro de
Escavias, dice así:
Esta torre se hizo
En el año de 1467
Reinando en Castilla
El ilustrisimo don Enrique IV
Su Merced, siendo obispo de Ja
Én el reverendo señor don Alonso de Acu
Ña. Andrés de
vargas y
Pedro
de Úbeda mayordomo.
Inscripción
de Santa María, lado Este.
Escudos de la inscripción de Santa María. En el centro
el de Enrique IV, a la derecha el de Andújar (el primitivo que tenía un árbol
en lugar del castillo y el águila que vemos hoy), a la izquierda el del obispo
Vázquez de Acuña
Escudos de
Luis Osorio en San Miguel.
Escudo de Íñigo Manrique en San
Bartolomé
En relación con el Obispo Vázquez de Acuña, como el cargo llevaba
poder, estuvo inmerso en las endémicas luchas de bandos nobiliarios del reino
de Jaén[6].
Rodríguez Molina nos dice que en 1464 hace prisionero en el castillo de Baños a
Lope Sánchez de Valenzuela. Un año más tarde es sitiado en Begíjar por el
maestre de Calatrava Pedro Girón por estar el obispo a favor de Enrique IV.
Esta fidelidad le valió la donación de la Torre de Lope Feernández, en el
término de Jaén, con toda su tierra, además de “nuestras casas reales que nos avemos en la nuestra ciudad de Andúxar,
con los derechos de portazgos, pesquerías y pasos de madera, e de seis mil
florines de oro”, según nos dice Jimena Jurado en su “Catálogo de los
Obispos de las Iglesias Catedrales de Jaén y Anales eclesiásticos de este
Obispado”.
El
diseño en este tiempo estará marcado por las líneas del gótico, muy completo en
el templo de San Miguel y evolucionando hacia Renacimiento y Barroco en el
resto de los templos. En sus portadas tenemos un muestrario del gótico local,
muy clásico en la portada medidional de San Miguel, más simple y tardío en las
portadas Norte de San Miguel y San Bartolomé, aquí también la portada Oeste. La
más bella la portada meridional de San Bartolomé con muestra patentes del
gótico flamígero o isabelino.
Portada Sur de San Bartolomé, gótico
isabelino
Portada Sur de San Miguel.
En este
panorama religioso aparece la única obra del gótico civil: la portada del
antiguo concejo o casa del corregidor. Un gran vano con arco carpanel entre
jambas de fuste ajedrezado con arco trilobulado son sus elementos más significativos,
picados los escudos, cuando el concejo se trasladó al edificio actual, que encierran el arco que en el centro era el
de los RR CC sin la Granada conquistada, y a la derecha o izquierda o bien el
yugo y las flechas o bien el escudo de Andújar o el de Aguilar o Bobadilla, sus
primeros corregidores.
Portada del
Concejo. Gótico civil.
Escudos de los Reyes Católicos en San Juan de
los Reyes en Toledo.
¿Cómo
era la Andújar que conoció Escavias? Gracias al documento de 1443 dado por el
Infante don Enrique en donde hace una relación de bienes en la villa de Andújar
donados a la misma, para las obras de
reparación del puente para que sea más
breve y mejor labrada. Del interesante y extenso documento sabemos que
había aceñas, molinos, un batán, azudas, casas de labor con torre, varios
mesones, algunos con tienda, casi todos los aludidos estaban en la plaza (de
Mestanza); casas-corral y casas con palomar, huertas junto a San Lázaro,
dehesas, donadíos; alusión a la puerta mayor (puede ser el arco grande junto al
castillo); majuelos, viñas, alamedillas. Desde el punto de vista social aparece la
Cofradía de los Caballeros y la alusión a cristianos, moros y judíos. En esta
documentación aparecen nombres que perviven hoy al hablar de lugares como
Villalba, Los Santos, Fuente de la Peña, Sardina. Desde el punto de vista
urbano dos arrabales: el mayor y el nuevo.
La
ciudad había crecido y su población necesitó un nuevo espacio urbano para
ubicarse. Desde el castillo y plaza de Mestanza, hacia el Oeste surgió un eje
marcado por el templo de San Bartolomé, fue el arrabal mayor. Hacia el Este,
partiendo de la Puerta del Sol y siguiendo el eje del camino hacia Jaén surgió
el arrabal nuevo.
Molino de las Aceñas, aguas arriba del
casco urbano de Andújar.
Concejo
de Realengo, la Andújar protagonizada por Pedro de Escavias en el siglo XV fue
una Andújar en tensión. Primero por la preocupación militar, por la presencia del reino Nazarí en Granada,
si bien la frontera quedaba algo lejana en la subética, en el eje
Alcalá-Alcaudete-Priego de Córdoba. Segundo por la inseguridad debido a la
rivalidad nobiliar en los reinados de Juan II y Enrique IV que debilitaban a la
autoridad real. Tercero por el interés de los maestrantes de Calatrava y
Santiago. En toda esta conflictividad Escavias se mantuvo fiel a Juan II y
Enrique IV y fue una pena que con la presencia de los Reyes Católicos y en
especial por la reina Isabel, Escavias fuera muy mayor. La fidelidad y el firme
criterio, con Escavias a la cabeza, le
valieron a Andújar el título de “ciudad” dado por Juan II en 1446, y el de “muy
noble y leal” dado por Enrique IV en
1466, añadiendo al escudo –a los elementos fijados por Fernando III- una orla
blanca con cuatro leones rojos. Andújar tenía bajo su jurisdicción los lugares
de Marmolejo y de Villanueva, ambas con castillo.
En cuanto a saber cómo era su término, su espacio geográfico-físico,
gracias a un documento de la Real Chancillería de Granada de un pleito entre
ganaderos y labradores de 1507 conocemos su descripción[7]. Sabemos de sus medidas, las zonas que
especifica como La Campiaña, Los Sitios (huertas), Los Cuellos y La Sierra, así
como de muchas labores y nombres. Es un bello y completo documento.
La
preocupación por los nazaritas de Granada está presente en 1470, en el mes de
diciembre, Francisco de Escavias, hijo de Pedro, por interés de su padre
acompaña al Condestable de Jaén con 80 hombres de a cacabllo para entrar en
tierra de moros por la Puerta de Arenas, expedición militar que fracasa[8].
En 1472 la ciudad de Andújar aprueba a Escavias la delegación de su alcaldía
mayor en tres alcaldes orinarios, presentando al concejo de Andújar el albalá (carta o documento escrito) por el
que el rey le concede 60.000 maravedís de juro anual.
A partir
de 1473 comenzarán unos años críticos para Pedro de Escavias. Es el mismo año
que Enrique IV ratifica en Segovia, un 2 de febrero, que la ciudad de Andújar
nunca sea enajenada de la corona real, “ …
prometo e seguro por mi palabra e fee real de nunca la dar, ni enagenar ni
fazer merced della a ninguna persona, ni apartar de la dicha corona Real de mis
Reynos, ahora ni en ningún tiempo ni por alguna manera, antes de tener e mandar
defender para ella para siempre jamás,. …[9]
En este mismo año hay una interesante carta del Condestable de Castilla Lucas
de Iranzo a la ciudad de Andújar fechada el 21 de marzo, al día siguiente el
Condestable era asesinado por una revuelta contra los judíos y conversos en la
catedral de Jaén[10].
El movimiento antisemita, xenófobo, partió desde Córdoba extendiéndose por
poblaciones como Montoro, Bujalance, Adamuz, La Rambla, Santaella, Cañete,
Baena, Alcaudete, … a Andújar llegó el 20 de marzo. Son años difíciles por la
rivalidad nobiliar, capitaneando Escavias un bando y los Cárdenas otro[11].
La crisi se agudiza cuando en diciembre de 1474 muere en Segovia Enrique IV. La
princesa Isabel es proclamada Reina de Castilla y en esta nueva etapa la figura
de los corregidores tomarán el pulso a las ciudades para impedir el
protagonismo nobiliar. En estos años los corregidores de Andújar serán; Alfonso
de Aguilar de 1474 a 1478; Francisco de Bobadilla de de 1478 a 1488; Diego de
Aguayo en 1488-89; Alvaro de Portugal de 1489 a 1490; Alonso Enriquez de
1490-93; y en 1496 es nombrado
Licenciado de Herena[12].
En 1478 la
reina Isabel en Sevilla, en un extenso documento reconoce el apoyo que Jaén y
Andújar tuvo con su hermano Enrique IV[13].
La vida de
Escavias, de Andújar en estos últimos años del siglo XV estará marcada por dos visitas regias. Una el jueves 13 de mayo
de 1484 en donde la reina Isabel acompañada de todo su séquito, entró en la ciudad por la Puerta del Arco
Grande junto al castillo y la plaza de Mestanza. La reina Isabel acomapñada de
Pedro González de Mendoza, cardenal primado de España, confirmó y juró los
privilegios, juros y costumbres que la ciudad tenía. Y los juró poniendo la
mano en el Evangelio de San Juan sostenido por Pedro de Escavias[14].
El 18 de
junio de 1486 se reibió de nuevo a la comitiva regia esta vez con la presencia
del rey Fernando. Todo en el mismo lugar y con el mismo protocolo. Los RR CC
venían muy animosos por incorporar a su corona los lugares de loja, Íllora,
Monturque, Moclín, Colomera, Montejícar y Arenas. En la comitiva regia, muy
numerosa venía don Luis Osorio y Rojas, obispo de Jaén confesor de la reina.
Por la comitiva local estuvieron junto a Pedro de Escavias, Francisco de Bobadilla, Pedro Palomino, Pedro
de Blas, Francisco de Olid, Alfonso Díaz de la Rosa, Santiago de Mírez y
Francisco Pérez de Santa Marina[15].
Bibliografía
Toral Peñaranda, “Enrique
Andújar en el siglo XV”
2009. Editado por la Asociación Cultural Enrique Toral y Pilar Soler de Alcalá
la Real/Ayuntamiento de Andújar. Libro capital y fundamental.
García, Michel, “Repertorio
de Príncipes de España y Obra Poética del Alcaide Pedro de Escavias”. IEG Diputación Provincial. 1972.
Mata Carriazo, Juan de,
“Hechos del Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo”. Espasa Calpe Madrid 1941
Rodriguez Molina, José, “El
Obispado de Baeza-Jaén. Organización y Economía Diocesana. Siglos XIII-XVI” Instituto Cultura Diputación de Jaén.
1986.
Avalle Arce, Juan B., “El
Cronista Pedro de Escavias. Una vida en el siglo XV”. Chapel Hill, Carolina del Norte,
Estudios de Literatura y lenguas Romances. 1972.
[1] Salvador de Moxó “Repoblación y Sociedad en la España Cristiana
Medieval” Rialp 1979; página 353, cocretamente dice en nota a pie de página “lástima que se desconozca un documento tan
importante como debió de ser el libro de este repartimiento de Andújar”
[2] Córcoles de la Vega JV., “Documentos Medivales en Andújar” del
libro “Estudios de Historia de Andújar”. Ayuntamiento de Andújar 1984
Toral
Peñaranda, E., “Andújar en el Siglo XV”
Asoc. Cultural E. Toral y P. Soler.
Alcalá la Real 2009
[3] Estudiado por Córcoles de la Vega JV y Eslava Galán J en el
Boletín de IEG nº 102, “Las Fortrificaciones Medeivales de Andújar”. Jaén 1982
[4] Toral Peñaranda, E., op. Cit. Documento que toma de Terrones.
[5] Rodríguez Molina, J., “El Reino de Jaén en la Baja Edad Media”
Universidad de Granada 1978.
[6] Rodríguez Molina, José. “El Obispado de Baeza-Jaén. Organización
y Economía Diocesanas (siglos XIII-XVI) Jaén 1986.
[7] Argente del Castillo Ocaña, Carmen. “La Ganadería medieval
Andaluza. Siglos XIII-XVI. (reinos de Jaén y Córdoba) Jaén 1991.
Rodríguez Molina, José. “Regadío
Medieval Andaluz” Jaén 1991
[8] Toral Peñaranda, Enrique, “Andújar en el siglo XV”. A.C Enrique
Toral y Pilar Soler. Alcalá la Real. Ayuntamiento de Andújar. 2009. Pág 139.
[9] Toral peñaranda, E., op. cit
[10] Esta carta la dio a
conocer Michel García en el BIEG nº 53, carta en la colección de Salazar y
castro de la Real Academia de la Historia.
[11] Sobre esta problemática, muy interesante y bien documentada el
libro de Toral Peñaranda, E. “Andújar en el siglo XV”, páginas 162-182.
[12] Lunenfeld Marvin, “Los Corregidores de Isabel la Católica” Labor
1989.
[13] Ver Toral Peñaranda, op. Cit página 194-198, así como otros en
páginas sigueintes.
[14] Documento completo en Toral Peñaranda, op. Cit. Que guarda el
Archivo de la Real Chancillería de Granada;
Página 223-225
[15] Documento en Toral Peñaranda op cit, página 231-232
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