CENTENARIO
DE UN GRAN MOVIMIENTO ARTÍSTICO
El siglo XX comenzó con una serie de acontecimientos
políticos, económicos, sociales, industriales,
culturales (artísticos), que hizo
pensar muy rápido y ver todo con un gran optimismo, sobre todo actuar, con
cierta precipitación. Y ante esa precipitación hubo grandes reveses. Uno de
ellos en abril de 1912, el Titanic, salido de una osada industrialización, todo
un reto sobre el mar de ingeniería, técnica e industria, se va al traste en su
viaje inaugural. Dos años más tarde se inicia
la primera Gran Guerra Mundial.
El
mundo, muy complejo, con países ya dentro de una dinámica moderna y otros con viejos postulados ya anacrónicos, medievales, enfrentados en dos bandos entre 1914 y 1918,
que podemos resumir con unos diez
millones de vidas humanas perdidas y cerca de veinte millones de vidas dañadas;
pérdidas y dolor que rompió muchísimas familias. Rompió a una Europa que desde
que Zeus, convertido en toro, la raptó de Tiro, Europa no se había dañado tanto.
Dos años antes la Revolución Rusa pone en la Historia al Comunismo con una
dictadura del proletariado, algo nunca visto hasta entonces. El nihilismo en la
filosofía, el psicoanálisis en la mente del hombre, entre otras, van marcando las
novedades del nuevo siglo incluidas las vanguardias en el Arte, como por
ejemplo el Cubismo. Todo pondrá su granito de arena para profundizar en lo que
podemos llamar la crisis de la
modernidad.
Y
en abril de 1919 nace la Bauhaus en Weimar, ciudad del estado de Turingia. La
Bauhaus será una escuela que intentará olvidar los desastres de una guerra, el
deterioro físico y mental de una sociedad, una huída hacia adelante pero con
mirada en el pasado. Las catedrales góticas medievales, las obras más
impresionantes de la arquitectura
universal, serán el símbolo que dará unidad a la Bauhaus. Así no es de extrañar
que Lyonel Feininger, crea como portada del manifiesto de Gropius, un dibujo,
algo cubista, en donde, en una trama con una abstracción de líneas, se ven unos
arbotantes y unos ángulos que evocan a los arcos ojivales; en el centro se ve
una torre.
Xilografía de L. Feininger
La
Arquitectura dará unidad al grupo al afirmar Gropius “¡El último fin de toda actividad plástica es la construcción!” Y a
los edificios hay que darle contenido haciendo falta escultores, pintores para
que de una forma artesana den sentido a lo edificado.
La Bauhaus fusiona la Escuela Superior de
Bellas Artes y la Escuela de Artes y Oficios del Gran Ducado de Sajonia, integrándose
los profesores sin problemas. Todos deberían identificarse con su trabajo pero de
una forma artesanal, bajo el lema “la forma sigue a la función”. Metales,
maderas, textiles, vidrios, arcillas fueron los materiales de los maestros
artesanos a trabajar con sus discípulos. Los arquitectos marcaron las
directrices de la Bauhaus. ¿Por qué una catedral gótica? En una catedral gótica
–las obras más impresionantes de la arquitectura universal, ya lo he dicho, no
son las pirámides ni los templos egipcios, ni los rascacielos de Nueva York,
son las catedrales góticas: Beauvais, Estrasburgo, Colonia, Notre Dame, León,
Burgos, Toledo, Sevilla… como ejemplos-
participan muchos artesanos cada uno especializado en su actividad. En
este sentido a Gropius le llamó la atención el ensayo escrito por Gottfried
Semper, en 1852, en “Ciencia, Industria y Arte” en donde denunciaba que el
trabajo ornamental había sufrido un gran retroceso y empobrecimiento por la industrialización
y la modernidad.
En 1923 se incorpora la figura de
László Moholy-Nagy, fotógrafo y pintor húngaro que dio un importante giro al
marcar las directrices del diseño en todo lo realizado en la Bauhaus. Lámparas,
muebles, objetos decorativos marcan una labor expansiva en los años veinte. El concepto
de la cocina de hoy, amueblada y articulada, se debe a la Bauhaus.
Walter
Gropius fue el fundador, perteneciendo también Ludwig Mies van der Rohe, Oskar
Schlemmer, Wassily Kandinsky, Marcel Breuer, Paul Klee, László Moholy, Nagy, Josef
Albers ,Lyonel Feininger, Johannes Itten,
Joost Schmildt, Ami Albers, Max Bill. Horacio Coppola, Marcel Breuer. Oskar
Schlemmer, Marinne Brandt.
Breuer destacó por el diseño para
salas y escritorios de mesas, sillas. Brand por una serie de útiles domésticos
como lámparas, flexos, teteras. Schlemmer diseñó un gramófono portátil de
líneas redondas. Alexander Schawinsky, siendo alumno, diseñó para la firma
Olivetti el modelo Studio 42. Klee realizó el cartel de la exposición de 1923
en donde aparece una estructura de un edificio formada por una arquitectura
infantil.
Los pilares de la formación se centró en
los ejes: artesanal, gráfico-pictórico y científica. Los alumnos tenían que
hacer un curso preliminar, tenían que estudiar los materiales; luego tres años
de enseñanza en talleres en donde se aprendía la técnica, los materiales y
formas; se terminaba con un curso de perfeccionamiento en donde al alumno tenía
que presentar un proyecto final.
Los
años de gestación de la Bauhaus van paralelos al nacimiento del Nazismo, ideal
que no ve en la Bauhaus una identificación con lo germano y sí una aproximación
a lo hebreo (muchos de sus componentes eran judíos) y a lo bolchevique.
La escritora chilena Mercedes
Valdivieso vio también una salida hacia
delante de la Bauhaus en la diversión. Las fiestas de alumnos y
profesores, las reuniones culturales, según leemos en los principios regidores
de la Bauhaus “el fomento de las relaciones amistosas entre maestros y
estudiantes fuera del trabajo: teatro, conferencias, poesía, música, baile de
disfraces. Las inauguraciones de sus sedes fueron muy sonadas y sobre todo “La
Fiesta del metal” de febrero de 1929. Alguien vio algo de surrealismo en estas
manifestaciones festivas.
El diseño gráfico tuvo también
mucha importancia a la hora de trasmitir logotipos y frases pues había que
racionalizar el espacio. Hubo un gran cambio y una gran influencia en la
publicidad que nos ha llegado hasta hoy.
Debido a la política alemana, el nazismo cada
vez más fuerte, la Bauhaus tuvo que cambiar de sede en 1925, marchando a Dessau
siendo su director en 1928 Hannes Meyer y con posterioridad Van der Rohe que ve
como la Bauhaus marcha a Berlín en 1932, ocupando una vieja fábrica de
telefonía siendo clausurada por la Gestapo (policía secreta social) en 1933 por
considerar que la escuela hacía un arte degenerado y antigermano. La
Bauhaus triunfó y marcó unos años cuya influencia llega hasta hoy, debido a la
unión entre el diseño y la industria. En Arquitectura hubo unos edificios
propios de líneas rectas, claras y lisas pues los ornamentos se ven
innecesarios. La sede de Dessau está considerada como un emblema de la
arquitectura moderna por conjugar asimetría, dinamismo y equilibrio. Este
edificio fue bombardeado por los aliados en 1945, estando muchos años en ruinas
hasta que en 1970 se reconstruyó.
Edificio de de W. Gropius (1925-26) sede de la Bauhaus en
Dessau.
¿Y después de la Bauhaus ?.
Gropius marchó a Inglaterra para finalizar en la universidad de Harvar en
Massachusetts. Mies van de Rohe recayó en Chicago. De su alumnado saldrían
buenos profesionales que su primera labor fue reconstruir Europa, la vieja
Europa herida por la II Guerra Mundial. Hubo intentos en América, en EE.UU, de
rehabilitar el espíritu de la Bauhaus, pero fue imposible. Eran otros tiempos.
Sí es verdad que la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX le debe mucho
a este movimiento idealista que se llevó a la práctica.
Logotipo
de Oskar Schelemmer. 1922
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