viernes, 22 de abril de 2016

LAS FORTIFICACIONES MEDIEVALES DE ANDÚJAR



                          Antonio Terrones de Robres en su obra sobre la vida, martirio, milagros, translación  de San Eufrasio, en el que nos habla del origen, antigüedades y excelencias de la ciudad de Andújar, obra impresa en Granada en 1657 por Francisco Sánchez [1], en el capítulo V, nos dice que sus muros , mas parecen ser obra de Moros Africanos, que de Romanos, ... Dice bien Terrones a la hora de enjuiciar el origen de las murallas de Andújar, cuando eruditos e historiadores pretenden llevar su origen al mundo  romano para dignificar su arquitectura.


                          El emir cordobés ´Abd Allah en el 888 manda reforzar  y ampliar las defensas de Andujar, así como repoblar su núcleo urbano, un núcleo considerado dentro de un conjunto de plazas fuertes para defender el alto Guadalquivir [2]. De esta época debe ser el primer trazado de las murallas de Andújar, en pleno valle fluvial aprovechando el desnivel de una de sus terrazas para buscar la efectividad a la hora de la defensa. Una ubicación que caracterizará todo el recinto fortificado futuro. El magnífico estudio sobre Las Fuentes Medievales y posibles evidencias arqueológicas del Terremoto de Andújar de 1170[3], nos aclara más sobre el origen de este núcleo medieval islámico. Además de Andújar, ´Abd Allah manda reforzar las defensas de Arjona para dar cobijo a los campesinos de la zona ante la inestabilidad civil por la rebelión contra los Omeyas. Andújar se define como “Husum”, es decir un lugar con capacidad defensiva con sólidos elementos de fortificación al carecer de elemento natural para la defensa[4], a excepción de su lado OE y S en donde coincide con el escalón de la terraza fluvial. El emplazamiento de Andújar le define como un asentamiento en llano carente de defensas naturales que tras el mandato de ´Abd Allah tendrá un desarrollo de capital importancia para su futuro, convirtiéndose en un lugar defensivo y estratégico de población militar y campesina. Por su población pronto actuaría la administración del emirato al establecer funcionarios para recaudar los impuestos y tener controlada a la ciudad, según el profesor Salvatierra[5]. Andújar queda convertida en uno de los distritos –iqlims- de la kura de Jaén[6].

               El estudio antes mencionado sobre el terremoto de 1170, los autores  establecen un primer recinto fortificado, hipotéticamente, en el lado N. del conjunto almohade. Este recinto vendría protagonizado por la presencia del castillo que organizaría este primitivo conjunto por las actuales calles Tiradores, Fernando Quero, Príncipe, plaza de Santa María, La Feria, plaza de España, Peso de la Harina, Ollerias y San Francisco. Un núcleo que puede coincidir con el de un asentamiento romano,  por algunos vestigios encontrados en su suelo a la hora de hacer los cimientos para edificar una casa moderna, como es el caso de unas figurillas de terracota aparecidas junto a la plaza de Santa María.

                  La importancia de Andújar, por su núcleo de población y lugar estratégico, ante  cualquier conflicto civil o en relación con los reinos cristianos, daría la definición completa de sus murallas,  ya edificadas por los Almohades (1146-1232). En 1148 Alfonso VII, en una de sus incursiones hasta Almería, conquista Andújar, que estará en manos cristianas hasta el 1157 que pasa a manos almohades. Trece años después sufriría el famoso terremoto que dejaría muy mermadas sus murallas[7]. Ambos factores influyen para la ejecución de una definitiva cerca amurallada tras esa significativa fecha [8]. Estamos muy a finales del siglo XII, e incluso los primeros años del siglo XIII cuando las murallas de Andújar quedan definidas [9]. Andújar, ciudad populosa, próspera y estratégicamente situada, constituía una posición esencial para el dominio del valle bético. Conscientes de ello, los almohades la dotaron de una espléndida cerca que, a la postre sólo aprovechó a los cristianos puesto que cuando, el imperio almohade se desmembró en taifas, Andújar correspondió al reyezuelo de Baeza al Bayasi, quei al declararse vasallo de Fernando III, entregó la tenencia de la ciudad a Castilla, junto con la de Martos, dos ciudades que los musulmanes ya no recuperaron[10].

                  Por esta importancia estratégica, la población musulmana, en 1225, marchó a otros lugares de la geografía del al –Andaluz. Fernando III le otorga a la ciudad Andújar la misma jurisdicción territorial que tuvo en tiempos de moros, documento que guarda el Archivo Municipal [11].  Fue repoblada por gentes de los reinos cristianos, aplicándole el Fuero de Cuenca[12], no conservándose el Libro de Repartimientos, importante documento medieval que se perdió de su archivo[13], teniendo más fortuna los de Écija o Sevilla que se conocen,  por ejemplo.

                 Sobre la Andújar ya cristiana vendría, junto al fenómeno social repoblador, la administración castellana y el ejército. La ciudad musulmana comenzaría a cambiar, las mezquitas iría desapareciendo construyéndose las iglesias góticas como las de Santa María, San Miguel, Santa Marina o Santiago[14]. Una etapa caracterizada por el asentamiento cristiano pero a la vez una tierra marcada por el peligro de la frontera con el reino de Granada. En 1297 Muhammad II de Granada, aprovechando la debilidad cristiana toma Alcaudete llegando hasta Andújar, lugar en donde derrota al infante don Enrique  y a Alonso Pérez de Guzmán, adelantado de la frontera. Como consecuencia de este hecho bélico se constituyen las Hermandades de Frontera, la del Alto Guadalquivir con sede en Andújar, reuniéndose por primera vez en la ciudad el 26 de abril de 1265[15].

               En la segunda mitad del siglo XIV durante las guerras civiles entre Pedro El Cruel y los Trastámara, Andújar resitió los ataques desde Granada, no corriendo la misma suerte Jaén o Úbeda. No cabe duda que el cerco de muralla ayudó a la resistencia. En la primera mitad del XV, Andújar, que fue declarada desde la reconquista concejo de realengo, pasó por varias concesiones efímeras, primero del Maestre de Santiago y luego de Calatrava, habiendo sido en 1383 entregada en señorío a León X, ex rey de Armenia, junto a la villa de Madrid.

              La segunda mitad del siglo XV será muy importante para la ciudad, debido a la figura de Pedro de Escavias, su relación con el Condestable Miguel Lucas de Iranzo y el apoyo y amistad con el rey Enrique IV. Esta influencia se ve favorecida por la concesión primero del título de “ciudad” dado por Juan II en 1446, y de “muy noble y muy  leal” por Enrique IV en 1466. Cuando la reina Isabel llegue al trono y se haga fuerte buscará personas leales y funcionarios de confianza para controlar las ciudades más importantes, son las figuras del corregidor, autoridad del municipio con funciones de alcalde y juez. Fueron los corregidores de Andújar a final del siglo XV Alfonso de Aguilar, Francisco de Bobadilla, Diego de Aguayo y Álvaro de Portugal [16].

            Con la definitiva conquista del reino nazarí de Granada en 1492, el peligro musulmán de frontera desaparecerá, decayendo la funcionalidad de castillos, fortaleza y recintos de murallas urbanos. El siglo XVI es el gran siglo de Jaén, un viejo reino que gana en población y en hegemonía, una hegemonía que se verá reflejada en la magnífica arquitectura de centros como Jaén, Úbeda, Baeza o Andújar, en la venida de fundaciones religiosas que vienen al calor de la solidaridad y del poder, aumentando de población todos los núcleos. En el caso de Andújar, las murallas seguirán marcando su futuro urbano. A medida que pasa el tiempo, serán un estorbo. Ya  el núcleo urbano ha salido del recinto fortificado con la formación de dos arrabales, el de San Bartolomé, al OE., y el de San Miguel al E.




Martín Jimena Jurado y las Murallas de Andújar.



            Gracias a la figura de este hombre conocemos mucho de la Historia  de Jaén, sobre su arqueología, su diócesis y sobre todo de los conjuntos amurallados, fortalezas, castillos y torres.

             Martín Jimena Jurado nació el 17 de junio de 1615 en Villanueva de Andújar (desde 1790 de la Reina)[17], su padre era de Baeza y su madre de Villanueva. Muy pronto demostró inquietud por la Historia y por la Iglesia, ordenándose sacerdote en 1639. Por su gran formación religiosa y cultura ocupó cargos en el Obispado, cargos que le llevaron a recorrerse toda la diócesis, conocerla y dejarnos sus libros de Historia. Vivió muy de cerca los acontecimientos contrarreformistas de la búsqueda de reliquias para glorificar y dignificar a los santos, en especial la de San Bonoso y San Maximiano, proceso que conoció y que le llevó a escribir el libro “Anales de la Villa de Arjona”. Su obra cumbre es “Catálogo de los Obispos de las Iglesias catedrales de Jaén y Anales Eclesiásticos de este Obispado” escrito cuando estaba en Toledo  como presbítero, Racionero y Secretario del arzobispo Baltasar de Moscoso y Sandoval, obra impresa en Madrid en 1654, en la imprenta de Domingo G. Morras[18].

            Hasta 1646 está en Jaén, y a partir de ese año hasta 1664, en el que muere, está en Toledo.

            “Antigüedades de Jaén” es una obra compuesta por diversos apuntes y notas de campo que realizaba cuando hacía sus visitas por la diócesis, dándole unidad en 1639, tratando de epigrafía, numismática, arqueología clásica y sobre todo un compendio de atalayas, castillos, fortificaciones y murallas[19]. En la página 138 del citado manuscrito, bajo el epígrafe de “ Andujar” aparece el dibujo de las murallas de Andújar con todas sus características arquitectónicas, puertas, torreones, torres ochavadas, con algunas referencias tanto extramuros como intramuros, con la siguiente leyenda: a un lado “la ciudad de Andujar”, en el borde superior izquierdo, una vez que el manuscrito lo hemos puesto en posición apaisada para adaptar mejor el dibujo a la planta de la hoja, un dibujo con trazos pueriles pero correcto en su descripción. En el borde derecho, escribe:


                             Planta de la cerca de
                             murallas de la ciudad
                             de Andujar. Tiene 1060
                             pasos  de a cinco tercias de
                             ámbito en la frente orien-
                             tal. 150 pasos en la septentri-
                             onal 240 en la occidental
                             290 en la Meridonal 430.
                             Está junto al mismo rio en
                             La ribera septentrional.
                             Tiene en las cuatro esquinas
                             4 torres ochavadas muy grandes.
                              
                             La puente tiene
                             una torre en
                             medio, y tiene
                             16 ojos 

                  En el borde del dibujo aparecen las orientaciones de occidental, meridies, oriente y septentrión. Extramuros,  aparece en la parte superior, Sierra Morena y San Juan de Dios. En la parte inferior el rio Guadalquivir con el puente con su torre. Intramuros, fijando la ubicación las iglesias siguientes, de izquierda a derecha, La Compañía, Santa Marina, Santa Clara, Santiago, El Carmen, Santa María y San Miguel.

                 Sobre los edificios reseñados podemos decir que San Juan de Dios es una fundación de 1618, no habiendo cambiado de sitio desde entonces, localizándose fuera de la muralla en un ensanche de los siglo XVI-XVII que el maestro Bonet Correa llama la “ciudad conventual”. La Compañía se refiere a los Jesuitas –la Compañía de Jesús- se funda en 1610 y siete años más tarde tiene ya el edificio construido. Santa Clara fue una fundación clarisa –Franciscanas de Santa Clara de Asís- que tuvo un magnífico edificio gótico isabelino, junto a la actual iglesia de Santiago, según Jimena Jurado, en su Catálogo de Obispos …” dice que fue fundación de 1225, y Terrones Robres, en su obra citada dice que es una fundación del siglo XIII, convento enriquecido por los Reyes Católicos, desapareció por la desamortización, lo mismo que le ocurrió al convento del Carmen fundado en 1590, ubicado entre las calles actuales del Carmen, Serpiente y Pintor Zabaleta (Cárcel Vieja). Santa Marina, Santa Maria y San Miguel siguen hoy en pie.

                   El dibujo de Jimena Jurado es fundamental, lo hemos adaptado al casco urbano actual con las muestras arqueológicas existentes[20], para estudiar la muralla. Salcedo Olid, en su obra [21], nos dice al hablar de Andújar, que toda la ciudad está cercada de muros de argamasa, y cantería, con cuarenta y ocho torres, doce puertas,

                   Pasemos a describirla. En el lado occidental, el tramo está comprendido entre dos grandes torres ochavadas, dejando ver el castillo con cuatro cuerpos o torres, rodeado por una cerca que deja ver una puerta; todo el tramo tiene diez torreones y dos puertas o postigos en su tramo más cercano al rio. De este tramo no se conserva nada. Si hay una excavación de urgencia de la Junta de Andalucía realizada en febrero-marzo de 1989, justo en el ángulo superior en torno a la torre ochavada[22]. La excavación se justificó al aparecer por obras de cimentación de bloques de pisos ahora existente, restos de hornos y cerámica. Una actuación que ha permitido documental varias fases históricas de la ciudad. La obra de cimentación dio a conocer restos de un muro y una construcción abovedada de ladrillo, identificada como un antiguo horno de cerámica, lugar anexo a la actual calle Ollerias. El trabajo sacó restos  del recinto amurallado y de distintos niveles asociados al mismo, una actuación que permitió coordinar los sondeos estratigráficos, valorando el interés del sitio, evitando la destrucción o la alteración de los registros arqueológicos. La actuación dio con los restos de un torreón de planta trapezoidal circundado por un foso exterior, un torreón de mortero de cal y arena. Por la complejidad de las estructuras aparecidas, parece haber dos momentos de construcción, uno de final del siglo XII (o principios del XIII) y otro anterior (¿el primer recinto amurallado?), más otras intervenciones posteriores ya de época cristiana. La actuación arqueológica dejó ver muralla, torreón simple y torre ochavada. El informe habla de una torre albarrana que desconocemos su existencia ya que Jimena Jurado no la dibuja, existiendo solamente la del lado N. como luego veremos.

               El castillo fue derribado en 1933 para construir en su lugar una sala de cine sonoro, el Cine Tívoli, y un bloque de pisos, la casa Lara [23]. Llama la atención que la II República que tanto hizo por el Patrimonio Histórico, en Andújar se destruyese un castillo de origen árabe. Las fotografías que tenemos del castillo,  nos presenta un edificio muy alterado respecto a su origen, en donde destaca un gran cuerpo central, alto, cerrado a dos aguas con almenas en algunos de sus lados. Este cuerpo aparece construido de un material muy común en la ciudad, alternancia de sillares de piedra arenisca con hileras de ladrillo; algunas partes aparecen estucadas con vanos abiertos y vanos cerrados, alteraciones propias por  pertenecer  a varios propietarios al quedar convertida en una casa de vecinos. Al castillo se le adosaron casas para completar la manzana que daba a la actual plaza Vieja[24] El dibujo de Jimena nos aclara que hay tres torres almenadas y un cuerpo sin almenar, rodeado por una cerca y unido al resto de la muralla.

                  El Dibujo de Pier Mª Baldi.
                 
                  Entre 1668-9 Cosme de Médici, III Duque de la Toscana, emprendió un viaje por España, dejando unos relatos y unos bellos dibujos de paisajes con elementos arquitectónicos que llamaban la atención a los florentinos. Tal es el caso de Andújar, una bellísima panorámica desde el otro lado del río, en el que aparece la ciudad con todo su cinturón murado a través de la visión del lado meridional. Son reconocibles muchos torreones, las puertas y los edificios de la ciudad que se dejan ver por lo alto de las almenas, así como algunas puertas y sobre todo postigos o portillos[25]. La visión de Andújar fue realizada el 15 de diciembre de 1668.

                  Restos

                  El lado meridional es el más largo, también entre dos torres ochavadas, quince torreones, cuatro puertas, la de Córdoba, Santa Clara, Alcázar o Fuente Sorda y Silera, y un postigo. La puerta de Santa Clara es la que aparece mejor detallada al dibujar una doble puerta. En este tramo se conserva el torreón de Tavira, el torreón de la Fuente Sorda, el torreón del Alcázar (junto al antiguo colegio de San José), un trozo de lienzo –entre las calles Tartesos y Muralla- y dos torreones con muralla en la calle Luis Vives, trasera de la casa de Don Gome. El mejor trozo de muralla que queda, que hay que conservar, al que se le deben de quitar los elementos ajenos a la misma como son unas cocheras que ocupan el espacio entre los dos torreones.

             Torreón de Tavira. Queda aislado ante la explanada del Real de la Feria, sin otro elemento de la muralla, apareciendo recubierto por una obra de sillería que cubre al torreón de calicanto, cuyo frente mide 9,50 metros. En su parte baja aparece una poterna con arco falso cegada. El nivel de la calle ha ocultado la base del torreón. Los sillares dejan ver marcas de canteros. Su parte de intramuros está mal conservado. La reciente construcción de unas viviendas unifamiliares en torno a la calle de nueva creación Salvador Dalí, le ha dejado más aislado, al quitarle algunos restos de obra que dejaban ver la línea de la muralla. La obra de sillería se puede datar como del siglo XIV.

            Torreón de la Fuente Sorda. Marca el cambio de dirección entre la muralla paralela al curso del río, y la pendiente que le llevaba a la puerta del alcázar. Aparece, como el de Tavira, recubierto por sillería del siglo XIV, no apreciando marcas de canteros. Como el de Tavira, aparece macizo, sin muestras de un habitáculo en su parte superior. En su parte baja se ubica la fuente que da nombre al torreón, siendo embellecida a final del XVI por el Ayuntamiento al colocar un bello escudo de la ciudad enmarcado por una hornacina de frontón curvo,  por ser el torreón más cercano en relación con el puente viejo, salida o entrada hacia la ciudad. A sus dos lados hay vestigios de restos de parte de la muralla, sobre todo de su base. En la dirección del parque de Colón, hay un aljibe que recoge el agua de la salida de un nivel freático que originariamente era el agua de la fuente Sorda. Todo este tramo está muy deteriorado por la acción del tiempo y por la vegetación, y sobre todo por el abandono. Hay muestra de calicanto y algún refuerzo de sillería y de ladrillo en un estado ruinoso. En la parte superior hay algunos muros que pueden ser de la muralla, faltándole las almenas, muros que alternan con otros más modernos de tapial y verdugadas de ladrillo.

               En la dirección de la puerta del alcázar hay base de la muralla cuya parte superior ha sido ocupada por viviendas. Un solar entre las calle Alcázar y Las Parras, y el altozano Deán Pérez de Vargas, siguiendo la línea de muralla, sirvió para que la Junta de Andalucía llevase una actuación de urgencia al ser zona arqueológica de nivel de protección A en la Zonificación Arqueológica de la ciudad realizada por Choclán Sabina y Castillo Armenteros en 1989. El derribo de la casa, de tipología popular, fue seguido por técnicos de Cultura. Una vez derribado el inmueble, se estableció una medida de protección del subsuelo por la importancia de la ubicación del solar, la existencia del topónimo “Alcázar”, el desnivel entre las calles Las Parras y Alcázar que daría una interesante secuencia estratigráfica. La actuación se realizó en los meses de Noviembre-Diciembre de 1989, continuándose en Enero de 2006 [26]. Respecto al informe de la efectuada en 1989, se realizaron cinco cortes para tener datada una superficie de unos 175 metros cuadrados. El estudio arqueológico ha dado a conocer restos de cerámica fabricada a mano, de la edad del Bronce, un asentamiento iberorromano, cerámica medieval de distinta época, y lo que es más importante, restos de fortificación de la época califal. Los cortes más próximos a la calle Alcázar, localizó un lienzo de muralla, que marca la dirección hacia el torreón de la Fuente Sorda, y torre,  con material de mortero de cal, arena y canto, localizándose en su lado externo un refuerzo de tapial con rampa, así como una estructura quebrada que puede estar relacionada con la puerta del Alcázar. El solar ha facilitado una rica documentación en restos cerámicos: tinajas, alcadafes, ollas o marmitas, jarritas, cazuelas, ataifor, cuencos, candiles, etc de diversas técnicas. En las conclusiones el informe deja claro la importancia de las defensas de la ciudad, y que los restos encontrados pertenecen al conjunto de la muralla, dejando como hipotético su vinculación con la puerta del alcázar o con el mismo alcázar. El informe finaliza calificando a la zona de elevado interés científico.

             Torreón del Alcázar. Así llamado el torreón junto al antiguo colegio de San José, un vestigio nuevo que ha salido tras las obras llevadas en el edificio adquirido por el Ayuntamiento de Andújar. El torreón estaba estucado y blanqueado, integrado en el edificio del cual formaba parte, con dos corredores cubiertos por bóveda de ladrillo, uno en la parte baja, y otro en la parte alta, perpendiculares y con función de paso distinta. Aparece recubierto con sillería del siglo XIV, como la de los torreones anteriores, con actuaciones de mampostería que se pueden datar del siglo XVII, al alternar hileras de sillares con hileras de ladrillo, terminando todo el conjunto de ladrillo. Su cara deja ver zonas de calicanto primitivo. No tiene almenas y está su estructura aislada completamente.

            Trozo de Muralla. Entre las calles Tartesos y Muralla un trozo de la primitiva muralla de calicanto que ha sido revestido por un aparejo mixto de sillares y de ladrillo, de distintas épocas, con una curiosidad, el de tener las aristas cortadas, en chaflán, lo que evidencia que era una defensa contra la artillería. El hecho de poder ser visto por todas sus caras, deja ver sus características constructivas, así como sus materiales. Es significativo el terraplén ajardinado que sirve de base y que marca la línea de la muralla hacia el OE, cortándose hacia el E, lugar en donde estaba la puerta que daba acceso al altozano de la Merced.

            Conjunto de la calle Luis Vives (o Silera). Se corresponde con el tramo más oriental del lado meridional, junto a la Puerta del Sol. Es un conjunto formado por un gran lienzo con dos torreones originales de la muralla almohade, unos restos muy interesantes que sirven para completar el estudio del resto del recinto. El hecho de ser la trasera del palacio de Don Gome a intramuros le ha servido para que nos llegue este trozo de muralla en su estado original, levemente alterado por el paso del tiempo. Recientemente una remodelación del altozano de la Marquesa, le ha quitado las casas adjuntas que tenía por su lado OE. Urbanismo municipal tiene previsto quitar las cocheras que hoy ocupan el espacio entre los dos torreones, para adecentarlo todo y poder ser observado el conjunto como se merece.

             Intramuros se observan muy bien los encofrados, entre 80 centímetros y un metro de altura de separación, menos el último tramo que coincide con la base del paso de ronda; los agujeros de los encofrados distan entre ellos unos 75 centímetros. Los dos torreones son macizos hasta la altura del paso de ronda; el cuerpo superior estaba formado por un habitáculo con cubierta abovedada reforzada por ladrillos, así como el arco de entrada a dichos habitáculos, una escalera estrecha y en forma de L llegaba hasta la terraza protegida por almenas.

             Los torreones y parte del lienzo se han visto reforzados en sus partes bajas, más castigadas por la erosión y el paso de la gente, por paramentos de ladrillo.

             Conjunto de la calle del Hoyo. Este trozo pertenece ya al lado oriental. Hasta febrero de 1979 había un magnífico lienzo de muralla con un torreón; lienzo almenado, con paso de ronda y saeteras. Con el beneplácito municipal, se perdió todo el lienzo de muralla, al aparecer cortado por tres sectores con la finalidad de tener más superficie para poder edificar. Las denuncias en prensa paralizaron la obra pero el daño era irreparable. Solamente ha quedado parte del torreón, algo desmochado, que sirve de soporte para reflejar en un azulejo la importancia de las murallas de Andújar. Su parte baja ha sido reforzada por mampostería de ladrillo.

             Las almenas de este lienzo medían  85 centímetros de altura, unos 87 centímetros de largo y 45 centímetros de grosor; cada almena estaba rematada por un cuerpo piramidal muy achatado, a modo de tejadillo a cuatro aguas. Entre las almenas sobre los parapetos había saeteras, vanos  alargados con más luz en su partes inferiores con la finalidad de poder ver y disparar al enemigo al pie de la muralla. El programa de Feria de 1975 iba ilustrado con una vista parcial de Andújar que deja ver este trozo de muralla.  

              Conjunto de la calle Ollerias. En el tramo del lado N., entre  la torre ochavada y la torre albarrana, que estaba en lo que hoy es la calle Doce de Agosto, existe intramuros un trozo de muralla de unos 15 metros aproximadamente de longitud. Este trozo es visible desde la calle Juan Robledo por un solar sin construir que sirve de acceso a un aparcamiento de un bloque de pisos de la calle Ollerias. Este trozo deja ver el primitivo material de calicanto con un refuerzo de ladrillo y sillares, que resaltan un contrafuerte con unas bien marcadas aristas; contrafuerte en el que predomina el tipo de construcción de alternancia de hileras de ladrillo con el de sillar. No hay resto de almenas. Hacia la derecha se deja ver un gran trozo de calicanto primitivo que por su buen estado no necesitó refuerzo. El tramo final, en su interior deja ver un postigo con un vano cegado con arco de ladrillo de medio punto, cuya parte baja tiene un muro de ladrillo muy moderno. Esta zona está muy cerca de la actuación de urgencia que realizó la Junta de Andalucía.
             
             En el estudio publicado en el Boletín del instituto de estudios Giennenses nº 102, Juan eslava se hace eco de la demolición de un torreón a espaldas a la calle Ollerias, cercano al lugar antes descrito. Se trata de un torreón de calicanto cubierto por silleria de piedra. Demolida su parte superior –almenas y paso de ronda- entre los escombros aparecía muchos elementos de cerámica de los alfares cercanos al lugar, así como restos de un postigo en su parte inferior; el calicanto blanquecino le hizo suponer que tenía un alto porcentaje de cal..

             Puertas

             Las originarias puertas de las murallas de Andújar fueron: Puerta del Sol, del Peso de la Harina, del Alcázar, de Santa Clara y de Córdoba; y junto al castillo puerta del Arco Chico y puerta del Arco Grande, siete en total. En el dibujo de Jimena Jurado aparecen dibujadas doce; Enrique Romero de Torres establece nueve[27].

             Puerta del Sol. Estaba protegida por la torre ochavada más oriental, coincidente hoy con el espacio urbano del altozano de la Virgen (llamado así por existir una hornacina con una Virgen del Consuelo). Jimena la dibuja muy simple, pero tuvo que ser una puerta acodada protegiendo con su torre el acceso a la ciudad por la calle Maestra. Tras el altozano se sale al espacio llamado de la Plaza del Sol, nombre que recuerda al de la puerta.

             Puerta del Peso de la Harina. La única puerta del todo el lado N. coincidente con una gran explanada que daba dirección a la sierra. Por su importancia tuvo que ser acodada protegida por su propio torreón y el de la muralla más cercana. El nombre le viene por haber un administrador municipal que pesaba los sacos de harina para que nadie especulase con su peso al ser un producto de primera necesidad. En la puerta se puso una hornacina con la imagen de un Cristo. Fue demolida sobre el año 1862 con motivo del viaje que realizó la Reina Isabel II a nuestra ciudad el 13 de septiembre. En su lugar se levantó una arquitectura efímera consistente en un arco  toscazo con pinturas y adornos churriguerescos, cuyo vano central tenía 15 varas de altura con una anchura de 8[28].

            Puerta del Alcázar. Tuvo que ser una puerta importante por tener cerca el alcázar, pero desgraciadamente no hay referencias de ella. Jimena Jurado nos la dibuja de una forma muy simple. Al urbanizar lo que hoy es la calle del Alcázar con el altozano del Deán Pérez de Vargas y la construcción del colegio de San José, desaparecieron cualquier vestigio.

                 Puerta de Santa Clara. Aquí Jimena Jurado si se esmera a la hora de dibujarla: dos vanos con arcos almenados. Por el reconocimiento del terreno, podemos decir que la puerta estaba perpendicular a la línea de la muralla. Como describe Juan Eslava el doble sistema de puerta se correspondía y en el ámbito que las separaba aparecía una especie de patio alargado que por encima formaba un parapeto almenado, siendo uno de los sistemas de defensa de puertas más antiguo que usaron los musulmanes.

                 Frente a la puerta se abría una pronunciada cuesta, existente hoy, que los asaltantes tenían que asumir en su trayecto paralelo a la muralla.

                Puerta de Córdoba. Torres Laguna nos la describe así: Aún persiste la llamada Puerta de Córdoba, curiosa muestra de la antigua defensa militar de la plaza: el enemigo que intentaba entrar por la citada puerta –única que se conserva de todo el recinto- podía ser atacado de frente, de espaldas y por el costado derecho [29]. Muy pocos conocían esta puerta por quedar dentro de un recinto cerrado sin salida al exterior. José Cruz Utrera la conoció, dándonos su dibujo en su libro sobre la Arqueología de Andújar, conservando un dado de marfil que se encontró en su suelo. Fue demolida al principio de la década de los sesenta [30].

               Arcos Chico y Grande. Parece ser que fuero demolidos en 1862. Su denominación nos hace ver que era una puerta y un postigo que unían al castillo con el resto de la muralla por dos lados. Un acceso que era fácilmente defendible, y un acceso que era fácil de cortar en caso de peligro, dejando al castillo aislado como último reducto defensivo.

              Torres.

               Aunque las descripciones y referencias que tenemos son del siglo XVII (Jimena, Terrones y Salcedo) y el bello dibujo de Pier Mª Baldi, de la comitiva de Cosme de Médici, son tardías en relación con el origen de la muralla, en lo referente a las torres y su trazado no mes probable que se hubiese producido ningún cambio sustancial. La distancia entre torreones es bastante regular, adaptándose los mismos a la naturaleza del terreno.
              Según el dibujo de Jimena, las murallas de Andújar tenían 40 torreones, torreones de calicanto de indudable origen musulmán, así como la muralla, que da lógico a pensar que el trazado permaneció fijo e inmutable durante muchos siglos, desapareciendo por la acción del hombre en los siglos XIX y XX.

             Torres ochavadas.

             Tuvo cuatro marcando las esquinas del gran trapecio cuyo perímetro era de 1740 metros. Estas torres ochavadas, por la arqueología, hay que relacionarlas con la construcción almohade.

             Torre albarrana.

             Hay una. Una torre avanzada que divide en dos el tramo N. Una torre con más presencia que los torreones de la muralla, unidos a esta por una coracha  o tramo de muralla con parapeto a uno y a otro lado del paso de ronda. La coracha o muralla apareció cuando se abrió la calle Doce de Agosto; la torre albarrana estaba muy cerca de la confluencia de la calle Ollerias  con el cruce con la misma Doce de Agosto y Dr Montoro. Muy posiblemente al servir la muralla de linde entre las casas adosadas, y ser un estorbo la torre albarrana, su sillería se cogiese para otras edificaciones de la ciudad, desapareciendo esta, muy posiblemente, ya en el siglo XVII.

           La función de esta torre era la de dividir al ejército atacante en dos, debilitando su esfuerzo para una mejor defensa.

             Antemuro.
  
             Jimena Jurado dibuja un antemuro almenado que va desde la torre ochavada más occidental a la ochavada más oriental. Este antemuro servía para  reforzar la defensa de la muralla principal, precisamente por donde tenía más puertas, el lado más vulnerable. De este antemuro nada queda. Sucesivos planes urbanísticos para adaptar y condicionar la calzada han anulado cualquier vestigio. El hecho de que haya sillares de piedra sobre el soporte y base de la carretera antigua Madrid-Cádiz a su paso por la ciudad, hemos de suponer que parte de esta cantería fue aprovechada con posterioridad. El dibujo de Pier Mª  Baldi tampoco reseña nada al respecto.

           Terraplén.

           Por el lado meridional que da al rio, la muralla transcurre por el borde de la terraza  natural. Por lo tanto hay un terraplén natural, cuya misión era dificultar el acceso a los enemigos. El terraplén o espaldón era un plano inclinado de tierra y rocas apisonada dispuesto a lo largo de la muralla extramuros. El dibujo de Pier Mª Baldi si deja ver este terraplén. Al igual que el antemuro, desapareció poco a poco con los planes de urbanización y adecuación de la calzada. Está patente en la zona de la Silera, junto al trozo de lienzo de las calles Tartesos-Muralla.


          La Muralla de Andújar en época cristiana.

                    Conquistada la ciudad en 1225, la población musulmana tiene que emigrar al ser Andújar núcleo estratégico de cara a la conquista del Guadalquivir. Hasta la presencia de musulmanes en Granada (1492), la muralla mantendrá la función de defensa, función que se irá minimizando a medida que el peligro de invasión se vaya diluyendo, sirviendo de protección para aislar a la ciudad en los casos de peste, muy frecuente en el siglo XVII. Con la llegada del siglo XIX, la Revolución Industrial cambiará mentalidades, las ciudades crecerán por el éxodo rural, las murallas son un estorbo para los ensanches en la nueva mentalidad burguesa.

                   La ciudad, todavía entre sus murallas, irá renovando su función urbana, lo primero será borrar las mezquitas poniendo en su lugar iglesias como evidencia de la nueva religión; pronto aparecerán las plazas como lugar social y los nuevos edificios como estandartes de la nueva clase dirigente, la nobleza y los funcionarios del rey, una renovación que dará un paso de gigante en la España de los Reyes Católicos.

                   La importancia de la muralla en la época moderna y contemporánea estará vigente por las numerosas noticias que hay en la administración municipal. Los Piédrola Serrano tuvieron la responsabilidad de ser alcaides del castillo y de toda la fortaleza, quedando bajo su responsabilidad la jurisdicción y el buen estado que tenían que presentar siempre las murallas. Veamos algunas noticias significativas[31].

                   6 de Octubre de 1600.- se quitan los guardias de las puertas de la ciudad y se nombra uno para custodiar la puerta del puente sobre el Guadalquivir.

                   1 de Febrero de 1602.- Se nombran guardas para las puertas Barrera, Torre Tocada, San Roque y Alcázar.

                   11 de Marzo de 1602.- Se cierran las puertas del Arroyo y de los Mesones, y el portillo de Caldedueñas, quedando abiertas las cuatro puertas ordinarias.      


                   15 de Abril de 1602.- Que se guarden las puertas de la ciudad con mucho cuidado por los caballeros regidores y caballeros particulares, bajo pena de 10.000 maravedís para gastos de la peste. Se abrirán a las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, llevándose las llaves a sus casas los encargados de las puertas.

                  9 de mayo de 1603 se ordena arreglar la muralla junto al convento de Santa Clara.

                 19 de septiembre 1603.- Se da licencia a un vecino para ocupar una torre de la muralla que está junto a su molino, beneficiándose de ella.

                  7 de Enero de 1608.- Que los albañiles vean la Puerta del Sol y digan lo conveniente para arreglarla.

                 11 de septiembre de 1615.- Se acuerda reparar las murallas y portillos que hay en la callejuela de las monjas de Santa Clara, y el que está encima del pilar junto a la casa de Francisco Pérez de Vargas.
                  7 de Abril de 1617.- Francisco Pérez de Vargas pide que urgentemente se arreglen las murallas colindantes con su casa que amenazan grave peligro.
                  14 de Julio de 1617.- Que se aderecen las murallas de la ciudad, especialmente la torre redonda y la que está junto al postigo de las Monjas.

                   2 de Diciembre de 1624.- El cabildo de la ciudad recibe la petición  de Manuel de Benavides y Juan Pérez de Valenzuela, para que le den licencia para que se haga y abra calle y puerta de las casas que ahora son el colegio de la Compañía de Jesús, para salir a la calle Tiradores, que la puerta se hará con arco y que la obra será muy útil para la población…[32]

                 2 de Marzo de 1626.- Se acuerda derribar algunos lienzos de muralla que amenazan ruina y que otros se arreglen.

                 27 de Junio de 1629.- Se acuerda reparar la torre de la muralla que está junto a San Francisco, que amenaza ruina, siempre que no se pase de tres mil ladrillos.

                 8 de Febrero de 1630.- Se acuerda arreglar todas las murallas que estén ruinosas, por los dueños de las casas que carguen en las mismas, hasta que queden en su primitivo estado, y si alguno no lo hiciese se hará por cuenta del causante, si diese lugar a que se caiga.

                 Noviembre de 1662.- Se responsabilizan a los señores Jerónimo Serrano y Luis de Quero para que hablen con Alonso Serrano de Piédrola, alcaide del castillo y fortaleza, para estudiar la pretensión de los religiosos de la Compañía de Jesús que quieren cargar su edificio sobre las murallas y torres de esta ciudad…[33]

                 14 de Noviembre de 1668.- El cabildo lee un informe de Luis de Quero por razón de Juan Callejón, prior de la iglesia de San Miguel, que pide licencia para que le concedan abrir un postigo en la muralla en la calle del Hoyo para no perjudicar a terceros …[34]

                  21 de Abril de 1704. Pide el Concejo a la Real Chancillería de Granada para realizar otro arco junto a la Puerta del Sol para poder transitar mejor las caballerías y carruajes que comunica la ciudad con el camino de Andalucía a Castilla, así como a decentar la capilla de la Virgen del Consuelo.

                 18 de Septiembre de 1704.- Antonio Rodríguez pide licencia para rebajar la torre del Peso de la Harina, hasta la altura de la muralla, que por estar ruinosa, amenaza la oficina y su propia casa. Se le concede la petición.

                 26 de marzo de 1706, Gome de Valdivia Cárdenas y Guzmán pide al ayuntamiento la incorporación de una callejuela que ha quedado entre la muralla y su casa con la finalidad de evitar las inmundicias que se cometen, estando muy cerca el arco de la Virgen Maria. Se compromete a arreglar muralla y torreones junto a su casa. Hay otras callejuelas que se han incorporado a otras casas como la del colegio de los jesuitas, la del Peso de la Harina o la de San Francisco.

                  18 de mayo de 1711, Gome de Valdivia Cárdenas y Guzmán hace una obra junto a la muralla en la Silera, prohibiéndosela hasta que muestre sus derechos de propiedad.

                  19 de Agosto de 1712, Cristóbal Serrano y Piédrola, regidor preeminente y alcaide del castillo y murallas, solicita incorporar a su casa un solar junto al arco grande del castillo.

                  30 de Julio de 1714. Se conoce la existencia de varios postigos en el tramo de la Puerta del Sol al altozano de las Monjas, en la zona oriental de las murallas

                 10 de Julio de 1722, los maestros alarifes aprecian la inminente ruina en que se encuentran las murallas junto a la capilla de la Virgen de Consolación en el altozano de la Virgen María en la puerta del Sol.

                  18 de Mayo de 1725 hay conocimiento que junto a la calle Tercia hay una puerta nueva de la muralla.

                    2 de Julio de 1725 se requiere al administrador de propios parar arreglar sin demora, las murallas y arco en el altozano de la Virgen María por amenaza de ruina, en un sitio que es muy transitado por comunicar dicha zona con el arrabal de San Miguel.

                   1 de Julio de 1729 Juan de la Fuente pide licencia para atajar un callejón de cuatro varas de largo y media de ancho que está entre su zaguán y la muralla, junto al arco que llaman de la Virgen María.

                  17 de Marzo de 1766 el corregidor José Antonio González propone demoler la muralla en el arco del altozano de la Virgen Maria, junto a la plaza del Sol.

                   8 de Octubre de 1770 se autoriza a Juan Salcedo a que construya una cochera junto a la muralla en la zona de la Silera, pagando anualmente un real.


                 6 de Julio de 1778 hay una comisión municipal para ver que casas cargan sobre la muralla y el perjuicio que hacen sobre la misma.

                 24 de Agosto de 1778 se nombra una comisión municipal para informar del estado de la muralla junto al Arco de la Virgen Maria para proceder a su derribo. Cuatro días más tarde, el Marqués de Contadero informa sobre el derribo del arco y de la capilla junto a la muralla, opinando que por la antigüedad de la capilla se debe de reconstruir en un sitio inmediato que no impida el paso de carruajes.  

                 11 de Mayo de 1782 se lleva a cabo el derribo de la muralla junto al arco de la Virgen María, junto a la casa de Don Gome. Unas obras que han costado 1.122 reales de las arcas municipales.

                   1 de Diciembre de 1786. Se da conocimiento del hundimiento de la torre Tocada sobre el puente en el Guadalquivir, acordando demolerla para evitar el peligro de derrumbe.

                 5 de Diciembre de 1786, el alcaide del castillo y de toda la muralla, Miguel Piédrola y Jurado, comunica a las autoridades municipales el derrumbe del torreón de los Olleros sobre el arco de la Escalera, en el tramo de la calle Juderías. El arco de la Escalera es un postigo abierto con posteridad.

                 7 de Marzo de 1787.- Se hacen obras en el torreón de la calle Judería y en la Puerta del Alcázar.

                 19 de Noviembre de 1788 se sabe de la existencia de una puerta pequeña abierta sobre la muralla. Se trata del llamado “postigo de Don Jerónimo”. Muy posiblemente esté cerca de la Puerta Nueva  de la calle Tercia a  extramuros y la calle Postigos, intramuros. El ayuntamiento mejora ese camino de ronda entre el citado postigo y la puerta de la Aduana, en la zona del Alcázar.

                  17 de Noviembre de 1790. Un trozo de muralla y dos torreones de la zona de la Cavilla amenazan con desplomarse sobre unas casas, acordando reparar los torreones y derruir la muralla por faltarle la base.

                   8 de marzo de 1797, la muralla se ha desplomado por varios sitios debido al temporal de lluvia, concretamente en la calle Los Sastres ( primer tramo de la calle Ollerias actual) y la zona de la Cavilla de los olleros.

                    17 de febrero de 1801, don Gome de Quero pide autorización para unir su casa con la muralla mediante la construcción de un arco, junto al alcázar, comprometiéndose a arreglar la muralla.

                   9 de Febrero de 1804 se autoriza varias demoliciones de la muralla por el deterioro por las lluvias.
                
                  “La Gloriosa” Revolución del 1868 acabó con el torreón –la torre tocada-  sobre el puente del Guadalquivir, eliminada la puerta se anulaba el impuesto del portazgo.





            

                Epílogo 

               La sistemática destrucción de las murallas de Andújar es un hecho relativamente reciente que se puede calificar de atentatorio contra el legado histórico de la ciudad, coincidiendo la pasividad de sus gentes y la falta de conocimiento de sus dirigentes. El panorama ha cambiado, se ha perdido mucho, y lo que queda hay que conservarlo como muestra de un pasado histórico que deben de conocer las futuras generaciones. El Ministerio de Cultura abrió un expediente para declarar a la ciudad Conjunto Histórico Artístico, competencias que pasaron a la Junta de Andalucía cuando se le transfirió todo lo relacionado con Cultura. A la espera estamos de  la Declaración de Conjunto Monumental. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1989[35] protegía los restos del perímetro amurallado existentes, con nivel de protección integral, es decir admitiendo obras de restauración y de conservación. Está a punto de salir el nuevo Plan General de Ordenación Urbana que debe de seguir y de mejorar los criterios del anterior.
            




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[1] Vida, Martirio, Traslación y Milagros de San Euphrasio Obispo y Patrón de Andújar. Origen, Antigüedades y excelencias de la ciudad, Privilegios de que goza, y varones insignes en santidad, letras y armas que ha tenido. Ilustrado todo de varias erudición y buenas letras por Don Antonio Terrones de Robres, veinticuatro de la misma ciudad. Con privilegio en Granada en la Emprenta Real por Francisco Sánchez, año de 1657. Existe una edición fascímil de 1996 realizada por la Diputación Provincial de Jaén con una breve introducción de Manuel Urbano.
[2] Historia de Andalucía Tomo I, pág. 289. Capítulo Apogeo y crisis del Estado Cordobés de Manuel Sánchez Martínez.  Cupsa Editorial-Editorial Planeta. Barcelona 1980.
[3] Realizado por José A. Peláez, Juan C. Castillo, Mario Sánchez, José M. Martínez y Carlos López, publicado en el Boletín 192 del Instituto de Estudios Giennenses Diputación Provincial de Jaén, segundo semestre 2005.
[4] Acién, M. Poblamiento y fortificación en el Sur de al-Andalus. La formación de un país de Husum.  III Congreso de Arqueología Medieval Española. Oviedo 1989.
[5] Salvatierra, V. Jaen, Pueblos y Ciudades. Tomo I, págs 277-282.  Diario Jaén
[6] Aguirre, F.J. Jaén Islámico. En Hª de Jaén. Diputación Provincial-Colg. Universitario. 1982.
[7] Sobre el terremoto, que tuvo lugar en enero-febrero de 1170 hay dos fuentes medievales árabes, según el estudio citado. Uno de Ibn Sabih al-Sala, otro de Abu-Walid Muhammad Ibn Ahmad. Las narraciones son muy curiosas, y salvo algunas exageraciones, se puede decir que el terremoto tuvo consecuencias catastróficas.
[8] Sobre el núcleo de Andújar hay un interesante estudio de los profesores V. Salvatierra, J.C. Castillo, M.C. Pérez Martínez y J.L. Castillo sobre El desarrollo urbano en al-Andalus: el caso de Andújar (Jaén). Cuadernos de Medinat al-Zahara, 2. 1991.
[9] El primer estudio serio sobre las murallas de Andújar es de Eslava Galán, J. y Córcoles de la Vega, J.V. titulado Las Fortificaciones Medievales  de Andújar,  publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Giennenses nº 102, 1980.
Córcoles de la Vega, J.V., Andújar. Una Guía Histórico-Artística de la Ciudad. Le dedico un escueto pero concreta referencia a las murallas con una colaboración de Juan Eslava Galán.
Pérez García, L.P., Andújar Monumental. Editorial Alcance. 1996. Hay referencias concretas a la muralla con dibujos virtuales de torreones conservados y plano en maqueta de todo el recinto.
Con posterioridad Palomino León, J. tiene otro estudio hecho en el Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Jaén, sin publicar y sujeto a una revisión tras encontrar una interesante documentación del siglo XVIII.
Eslava Galán, J., tiene una completa reseña en Los Castillos de Jaén, págs 70-79, Ediciones Osuna, Granada 1999.
De Torres Laguna, C., en su libro Iliturgi, Editado en La Puritana en 1954, el capítulo XV, págs 205-216, está dedicado a las Murallas de Andújar. Es interesante este estudio por reseñar el estado de la muralla en ese mismo año, describiendo la Puerta de Córdoba que conoció, que unos años más tarde (1964) se perdió, pero que desgraciadamente no fotografió, conservándose  un dibujo –alzado y planta- de José Cruz Utrera que conocía la existencia de esta puerta, dándolo a conocer en su libro Arqueología de Andújar, impreso en Gráficas La Paz, 1990. En el apartado de “Andújar Musulmana” hay unas referencias a las murallas de Andújar, reproduciendo una fotografía muy interesante en donde se ve el torreón de Tavira –existente hoy- y el torreón que servía apara alojar a la citada puerta, que la existencia de una jabonería impedía ver. La foto pertenece al archivo de Espasa Calpe y está publicada en la página 189 del tomo IV –España Musulmana- de la Historia de España, 4ª edición, Madrid, 1976.
[10] Eslava Galán, J., Los Castillos de Jaén. Pág 71. Ediciones Osuna Granada 1999
[11] Córcoles de la Vega, J.V. Documentos Medievales en Andújar. Capítulo del libro Estudios de Historia de Andújar. Ayuntamiento de Andújar 1984.
[12] Sobre el Fuero de Andújar hay una magnífica sorpresa. Se venía diciendo que a Andújar se le aplicó el Fuero de Cuenca, habiendo noticias que Andújar tuvo un Fuero dado por el emperador Alfonso VII, adelantándose en el tiempo, unos 180 años,  al de Cuenca. Fuero que se guarda en la Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdeano de Madrid y que prontó saldrá en una publicación.
[13] El historiador Salvador de Moxó se lamenta de esta pérdida en su libro Repoblación y Sociedad en la España Cristiana Medieval. Página 353, nota 12. Ediciones Rialp Madrid 1979.
[14] Sobre esta época bajo medieval Toribio García, JL. Tiene un estudio publicado en el libro Andújar: Arte e Historia de una ciudad andaluza, publicado por el Ayuntamiento en 1982, con el título Andújar en su época medieval.
Para esta época son imprescindibles los libros de Rodríguez Molina, J. como El Reino de Jaén en la Baja Edad Media, Universidad de Granada 1978, o  El Obispado de Baeza-Jaén. Organización y Economía Diocesanas (Siglo XIII-XVI). Diputación Provincial 1986
[15] Nieto Cumplido, M., Orígenes del Regionalismo Andaluz (1235-1325). Caja de Ahorros de Córdoba. 1978.
[16] Lunenfeld M., Los Corregidores de Isabel La Católica, Labor 1989.
[17] Es interesante sobre la figura de Jimena Jurado la pequeña publicación Martin Ximena Jurado Un Hijo de Villanueva de la Reina. Apuntes históricos. Realizado por el Departamento de Investigación de Cultura Andaluza del CEIP “Santa Potenciana”, 1986. Falta un buen libro sobre este personaje insigne de Jaén.
[18] Hay una edición fascímil  con estudio preliminar e índices de José  Rodríguez Molina y Maria José Osorio Pérez, en la colección Archivum de la Universidad de Granada, 1991.
[19] Está compuesto por 306 hojas manuscritas, guardado en la Biblioteca Nacional en la sección de manuscritos, figurando con el número 1180.
[20] Los trabajos para la descripción serán dos, los fundamentales, uno el de Eslava-Córcoles de 1980, y otro el de Eslava de 1999. Mala suerte no poder contar con el de Palomino León.
[21] Salcedo Olid, M., Panegírico Historial de N.S. de la Cabeza de Sierra Morena. Impresor Julian Paredes, Madrid 1677. En 1994 se hace una edición fascímil por la Academia de Cronistas de Ciudades de Andalucía, Centro de Estudios marianos “Historiador Salcedo Olid” y Peña El Madroño.
[22] Anuario Arqueológico de Andalucía. Actividades de Urgencia. 1991. Concepción Choclán Sabina y Juan Carlos Castillo Armenteros. Excavación de urgencia en el solar calle San Francisco y calle Juan Robledo de Andújar. Págs 319-327.
[23] Casuso Quesada, R., Arquitectura Contemporánea en Andújar (1920-1950). Ayuntamiento de Andújar 1990.
[24] Muy interesante es la fotografía de Arturo Cerdá y Rico, de 1899, publicada en el libro  Del Tiempo detenido de la Diputación Provincial-Caja Jaén,  pág 87. Foto que aparece en el libro Andújar Imágenes de un Tiempo. 2003 patrocinado por General Optica
[25] El dibujo original se encuentra en la Biblioteca Laurenciana en Florencia. El Ateneo de Andújar hizo una edición numerada de 250 ejemplares en 1980.
[26] Anuario Arqueológico de Andalucía. Actividades de Urgencia. 1991. Castillo Armenteros, J.C. Excavación arqueológica de urgencia realizada en el solar sito entre las calles Alcázar-Altozano Deán Pérez de Vargas- y Parras de la Localidad de Andújar (Jaén). Páginas 276-291
[27] Romero de Torres, E., Catálogo Monumental de la Provincia de Jaén. Copia manuscrita de la biblioteca del Instituto de Estudios Giennenses. 1913.
[28] Pérez García, L.P. Andújar y el largo siglo XIX. Consejeria de Educación y Ciencia e IES Nstra Sra de la Cabeza. 2000.
[29] Torres Laguna, C., op. cit
[30] En junio de 1600 se nombran unos alguaciles para guardar las puertas, portillos y postigos de la ciudad, prohibiéndose que tengan tablas de juego y naipes, … según se leen en las actas Capitulares del Archivo Histórico Municipal.
[31] Torres Laguna, C. de, Andújar a través de sus Actas Capitulares (1600-1850) Instituto de Estudios Giennenses-Diputación Provincial 1981.  Libro imprescindible por reflejar muchos aspectos de la ciudad a través de la gestión municipal. Las noticias sobre la muralla y sus vicisitudes están presentes.
[32]  Archivo Histórico Municipal de Andújar Libro 7, folio 258 v.  de las Actas Capitulares.
[33] Archivo Histórico Municipal de Andújar, Libro del año 1768, folio 174 v. de las Actas Capitulares.
[34] Archivo Histórico municipal de Andújar. Libro del año 1768, folio 110  de las Actas Capitulares.
[35] Plan General de ordenación Urbana de Andújar de 1989. Volumen V. Obra manuscrita del Servicio de Municipal de Obras.

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