JOSÉ
MENESE SCOTT(La Puebla de Cazalla 1942)
Cuando Ángel Álvarez publica su Hª
del Cante Flamenco en Alianza Editorial en 1981, cataloga a Menese como un
joven maestro.
Nacido en la sevillana Puebla de
Cazalla, lugar dentro del solar en donde se origina el flamenco.
Menese no lo es gitano pero sigue la
senda de la étnia gitana en el arte del
cante flamenco, consolidándose su cante en la década de los sesenta, de ahí que
sea una figura capital en este arte. Su
primera grabación fue premiada por la Cátedra de Flamencología de Jerez. Ríos
Ruíz dice que las tonás y siguiriyas las ejecuta con voz poderosa y gran
brillantez.
Si nuestro Rafael Romero es figura
clave en la primera mitad del XX, Menese lo es de la segunda por su forma de
hacer el cante dentro del canon clásico pero con una personal emotividad,
matizada por su sensibilidad, interpretación, vivir y sentir, distintos a otros
maestros de su época, de nuestro tiempo. Quiso mucho y bien a Rafael Romero por seguir
en la rectitud del flamenco, y le viene como anillo al dedo este merecido
galardón.
Para José Menese, cantar es una
necesidad, “abrir el corazón de la forma más sincera”, sus letras íntimas y
sociales. Sus palos, todos, los hace con maestría.
He oído a Menese en muchos lugares:
Andújar, Montilla, Pegalajar, Jódar, Linares, Granada, … y tuve la suerte de
presenciar una actuación de Menese en Salamanca, en los conciertos organizados
por la Universidad, allá por el 1976. Fue un concierto antológico con la
guitarra de Manolo Brenes. Se me quedó en mi memoria una toná con mucho
sentimiento que cerró su actuación. Se puso de pie, se ausentó la guitarra, se
agarró a la silla y cantó: hubo hondura, dramatismo, alma, emoción y sequedad
en la garganta.
José Menese,
maestro, enhorabuena.
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