martes, 5 de abril de 2016

EL INSTITUTO NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA ES OBRA DE MIGUEL FISAC

                 Es la única obra que este gran arquitecto tiene en nuestra provincia. Miguel Fisac, nacido en Daimiel en 1913, esta  considerado como uno de los más grandes arquitectos del siglo XX, siendo su última obra un polideportivo en Getafe construido en el 2004 cuando el arquitecto contaba con 90 años. Miguel Fisac murió en mayo de 2006. Unos meses antes le había escrito para invitarlo a un coloquio sobre arquitectura en nuestro instituto, contestándome que se alegraba mucho por acordarnos de él, pero por su edad avanzada “no podía tirar de su alma”.

                Para muchos críticos y compañeros fue un revolucionario del hormigón; para otros fue un innovador, y por encima de todo fue un creador en arquitectura. Él opinaba que “la arquitectura es aire humanizado”, y esa humanización la podemos ver en nuestro instituto.

                El instituto se ubicó en una zona de expansión de la ciudad nacida en los años cincuenta. Ya se habían edificado las llamadas Viviendas Sindicales en tres fases y detrás de ellas hacia el Este quedaba ya suelo agrícola. Ahí se urbanizó toda este polígono en donde el Instituto tendría un  gran protagonismo para toda esta zona nueva urbanizada de Andújar.

                 El proyecto del instituto de Miguel Fisac data de 1960. No sería el único centro que realizaría el arquitecto manchego. Por aquellos mismos años realizaba un proyecto para la ampliación de un instituto de Málaga y otro para Sevilla.

                 Miguel Fisac proyectó cuatro cuerpos unidos, cuerpos que dibujan una Y griega en horizontal. El primer cuerpo, a cuya fachada da el vestíbulo, tiene dirección N-S y sirve para enlazar o unir los demás cuerpos que tienen dirección E-OE, dos hacia el E. y uno hacia el OE. Fisac juega con las alturas. El primer cuerpo hacia el E., donde están las dependencias de dirección, secretaría, jefe de estudios, algunas aulas y orientación, es de dos plantas; el segundo cuerpo hacia el E., aula 10, de arte, laboratorios y ciclos, es de planta baja; aquí estaba el gimnasio con sus vestuarios que desapareció en una remodelación; el cuerpo hacia el OE es el más elevado con planta baja y dos pisos, todo aulas. En el edificio tienen un gran sentido la horizontalidad que marca todo el conjunto, con dos fachadas muy distintas, la del lado N. destaca por su sencillez de líneas con vanos cuadrados cuyas aristas laterales hace curvas con sentido de una mejor integración y de romper un poco con la rigidez de las líneas rectas; la fachada S. corresponde a las aulas en donde hay una gran diafanidad y organización por la amplitud de los ventanales, separados por unos pilares, marcando la separación de las plantas   unas rectas cornisas, todos bajo un sencillo alero que cierra y da unidad al conjunto. Líneas rectas horizontales y verticales marcan todo el conjunto de fachada. El edificio tiene un marcado sentido purista.  Miguel Fisac marca en nuestro centro una idea en torno a la funcionalidad, que se ve muy bien en la disposición interior del centro, a pesar de las modificaciones que ha sufrido. En nuestro instituto está presentes los arquitectos funcionalistas como Gropius, Van der Rohe y sobre todo Le Corbusier, arquitecto admirado por Fisac. “Las formas siguen a la función”, esta idea está muy presente en el edificio que ha dado cobijo a profesores y estudiantes desde 1961. 

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